Es hora de dejar atrás la satisfacción del período vacacional por excelencia. Septiembre trae consigo la vuelta al cole, pero también el retorno de mucha gente a sus puestos de trabajo y a un sentimiento caracterizado por la más absoluta desgana, la depresión postvacacional. De ahí que hayamos decidido ofreceros seis películas que pueden llenar vuestra vuelta de un poco de luz; porque el verano deja bonitas estampas e improntas en nuestra memoria que no deberían olvidarse fácilmente por el mero hecho de volver a la rutina.
Zombies Party (Shaun of the Dead)
Aunque Resident Evil y House of the Dead ciertamente impulsaron el género zombi, no fue hasta hace un par de décadas que Hollywood puso su mirada en el género Zombi, un (sub)género dentro del Terror, cobrando así una popularidad que ha ido mucho más allá que la alcanzada entre los años 60 y 70 del siglo XX.
Tanto es así que, en la segunda década de este siglo, con producciones como The Walking Dead, a los no-muertos les ha pasado lo mismo que a los videojuegos: convertirse en algo mainstream, en tendencia, en cultura popular socialmente aceptable, abrazable e imitable. Una tendencia que también ha sido capaz de reinventarse, a pesar de seguir siendo fiel a las estructuras establecidas dentro del género.
Como los propios responsables admiten, la película Zombies Party no es, en ningún momento, un «spoof» del género de muertos vivientes, sino una comedia que los utiliza como trasfondo para apuntalar un metraje que rinde homenaje a los arquetipos de este tipo de cine —como luego harán con Arma fatal (Hot fuzz, Edgar Wright, 2007) y las buddy movies— al tiempo que reflexiona sobre el carácter de la sociedad actual, insinuando que en realidad los zombis son humanos que se han dejado llevar por la apatía y el borreguismo y que, al hacerlo, pierden todo aquello que los hacen únicos.
La vida de Brian (Monty Python’s Life of Brian)
El fanatismo, esa tenacidad desmedida en defender creencias u opiniones, que no da cabida al diálogo y tiende a la coacción y las actitudes violentas, es un mal social secular. En la actualidad, con la diversificación y globalización de las religiones, el culto a los deportes, a las modas, la política, entre otros temas que generan apasionados intereses, el espectro temático del fanático ha alcanzado variados derroteros.
Debido a todo esto, los integrantes de Monty Python querían dejar en evidencia la sacralidad del cristianismo a través de la parodia, razón por la cual desplazaron la solemnidad de la figura mítica de Jesús de Nazaret a un entorno sencillo y cotidiano. Pero la propuesta de marras va mucho más allá de todo esto.
A través de un humor casi absurdo, La vida de Brian consigue ser tan irreverente como lúcida, ofreciéndonos un retrato sobre personajes sórdidos y desconocidos al margen de la historia de Jesús, que hace hincapié en esos rasgos tan humanos asociados con el seguimiento ciego a lo que sea. La lucidez de la parodia, su riqueza erudita y conocimiento de las causas que se ponen en tela de juicio, y la visión pasiva que deja como reflexión final es parte de una ideología grupal que está bien alejada de cualquier fanatismo. La brocha gorda de los Python nunca fue tan afilada como aquí.
Disponible en Filmin y Netflix.
¡Shazam!
DC y Warner Bros han conseguido algo realmente difícil: hacer de la improvisación un arte. En estas líneas, podríamos hablar acerca de la deriva del Universo DC cinematográfico, pero sobre este asunto ya han corrido ríos de tinta. El caso es que el DCEU no existe por mucho que algunos se empeñen en considerar como tal cosa un puñado de películas dispersas a lo largo de los años, películas con mayor o menor fortuna, desde Aquaman hasta Flash. Por suerte, también encontramos propuestas que han demostrado ser inclusiones maravillosas a esta lista de películas de DC, sin necesidad de alimentar un monstruo de arena que se puede venir abajo en cuanto un ejecutivo entra en cortocircuito en una decisión.
De hecho, eso es lo que nos encontramos en ¡Shazam!. Puede que no sea una cinta de grandeza solemne, tampoco es la película más espectacular de superhéroes que se haya hecho, no es la más irreverente, ni la más graciosa, vaya, no tiene, ni siquiera, un argumento particularmente original. Pero lo impresionante aquí es que no necesita nada de eso. La obra de David F. Sandberg sabe que no tiene nada más que ofrecer más allá de su transparente sentido de diversión familiar. Y eso basta para hacernos sentir la emoción que buscábamos en el cine de superhéroes y que, por fuerza de costumbre, habíamos perdido.
En resumidas cuentas, es una película honesta, sencilla y que no tiene ningún reparo en mostrar un superhéroe que se divierte con sus poderes.
Disponible en HBOMax y Tivify.
Con faldas y a lo loco (Some Like It Hot)
Los protagonistas de esta cinta, al igual que todo el mundo después de las vacaciones, también tienen ganas de huir de su ciudad, a pesar de que los motivos que les empujan a ello sean harto dispares. Aunque vivamos momentos difíciles, el bienestar pasa por intentar ver los obstáculos como nuevas oportunidades, algo a lo que se ven abocados los personajes de Jack Lemmon y de Tony Curtis.
Sumados a Marilyn Monroe, el trío protagonista derrocha carisma en cada línea de diálogo y en cada interacción que se da en pantalla, lo cual no hace sino incrementar el interés del espectador. Quien haya visto algún largometraje de Billy Wilder ya sabe la magia que se puede encontrar, y esta no es ninguna excepción. Con infinidad de situaciones disparatadas e individuos que no son lo que parecen, Con faldas y a lo loco ha conseguido trascender y seguir ganando adeptos más de seis décadas después de su estreno.
Entre otras cosas, porque dicen que el humor es la mejor medicina, y la película que nos ocupa hace el mejor uso que se pueda imaginar de ello. Pese a que podría resultar arriesgado mezclar a un par de hombres con una orquesta exclusivamente de mujeres, lo cierto es que los estereotipos no tienen cabida en la cinta, una que pone por completo el foco en las personas y en las circunstancias que les han llevado a estar donde están.
Disponible en Filmin y MGM Amazon Channel.
La momia (The Mummy)
Si hay algo que nos despierta más interés que el saber qué pasará mañana es, sin duda, investigar el pasado. Entender de dónde vienen determinadas tradiciones resulta fundamental para comprender antiguas civilizaciones y, por qué no, para evitar errores que pudieron cometer nuestros antepasados. Es más que probable mostrarse reticente a estudiarlo a partir de los libros de texto, pero en formato audiovisual la cosa cambia.
En este sentido, La momia –la buena, la de 1999– nos acerca, con algunas libertades, al antiguo Egipto para mostrar algunos males endémicos que persisten en la humanidad desde tiempos inmemoriales, como la avaricia y el egoísmo. Pero lo hace buscando un equilibrio entre adrenalina y exploración, logrando que esta producción capte nuestra atención desde el primer momento y la mantenga gracias a la química que existe entre los protagonistas.
Con tantos peligros como ganas de superarse, Stephen Sommers conduce una aventura revitalizadora. En resumidas cuentas, La momia conforma una experiencia en la que no es necesario poner en marcha todos nuestros recursos cognitivos para entenderla, sino que pretende ofrecernos una historia para nada cotidiana de un modo distendido y entrañable.
Mamma Mia! La película
¿Qué mejor para levantar los ánimos que un musical? Por eso, para acabar esta entrada tan esperanzadora, apostamos por una cinta que nos meta el ritmo en el cuerpo, de las que hacen que las horas pasen más rápido porque nuestra cabeza tiene una banda sonora de fondo. Y no se nos ocurre mejor opción que bailotear al son de ABBA con Mamma Mia! La película.
A pesar de que su hilo conductor esté relacionado con el amor, este no se limita solo a su vertiente romántica, sino sobre todo al aspecto más familiar del sentimiento, al puro altruismo. Con un argumento que no deja de ser una excusa para encadenar canción tras canción, el peso de la diversión dirigida por Phyllida Lloyd recae en la potencia de un célebre elenco que no pasa desapercibido y que consigue cargar por completo el ambiente de una atmósfera positiva.
Puede que la playa y la montaña hayan dejado paso al más duro asfalto; aun así, cualquier escenario es bueno para bailar. De ahí que Mamma Mia! La película brinde un pequeño oasis gracias a unas canciones que siguen en tu cabeza y en tus pies durante varios días, alegrando un poco los desafíos que van surgiendo sobre la marcha. Así es su esencia, transmitiendo fuerza y energía a partes iguales.
Disponible en Amazon Prime Video, Movistar+, Netflix y SkyShowtime.
Sabemos que el fin de las vacaciones es duro, pero esperamos que este listado os ayude a sobrellevar mejor las obligaciones adultas.