Reivindicado por los jóvenes de la sociedad como una revolución estética allá por la década de los 70 frente al encorsetado sistema socio-político japonés, lo kawaii ha sido asumido y explotado por las campañas del denominado Cool Japan. Y a pesar de tal confluencia de imágenes kawaii en un país del sol naciente cada vez más global, y de la aceptación de dicha estética en Occidente, todavía cuesta encontrar una definición que englobe todo aquello que condensa.
De alguna manera, es algo que comenzó como un mero gesto estilográfico que, con el paso del tiempo, se ha integrado como parte de la cultura popular, apreciándose en la moda, las costumbres sociales, el ámbito del arte, la publicidad y hasta en la imagen corporativa de grandes empresas e instituciones gubernamentales. Este gusto por lo “tierno” y “adorable” es un elemento de potente atracción, que suscita cariño, empatía y un efecto de necesidad de protección; es capaz de conmover a todos.
La verdad detrás del mito de las brujas voladoras
En otras palabras, instan a una realidad mucho más dulce y ni siquiera los videojuegos consiguen escapar de esta máxima, puesto que títulos como Cotton 100% son una buena muestra de lo complicado que es mantener el listón entre un adorable diseño de arte y unas mecánicas de juego que intentan convencer a todos los públicos.
Con un puñado de ilustraciones cargadas de humor entre los diferentes niveles de la aventura (cuyo texto se encuentra en completo japonés), la obra que nos ocupa alza el vuelo para ofrecernos una propuesta que aplica la siguiente frase proverbial: las apariencias engañan. Al fin y al cabo, el exterior de este Cotton 100% contribuye a hacerse una opinión por lo general bastante desacertada, por lo que no se debe juzgar por su portada.
En un estado de letargo que ha durado hasta hace bien poco, los shoot’em up están viviendo un momento bastante bueno, sobre todo si ponemos nuestras miras en grandes lanzamientos como R-Type Final 2 y visitantes venidos directamente del pasado, como la obra que protagoniza estas líneas y cuyo desarrollo corrió a cargo de la gente de Success. Sin apenas levantar ruido, sabe cómo ofrecer en cada fase un frenesí de disparos en los que, a menudo, se llena la pantalla de enemigos y proyectiles que varían en función del propio nivel.
La vuelta de un clásico
Niveles que están compuestos de hasta dos jefes, los cuales gozan de un tamaño mucho más respetable, así como una resistencia y ataques considerables. Y aquí justamente intervienen las principales características que acaparan este tipo de títulos. Cotton 100% no es una aventura especialmente complicada, pero es especialmente rejugable, con el ADN de la saga intacto bajo su aspecto visual tan peculiar y también coquetea con el bullet hell, sin perder nunca de vista que estamos en un juego horizontal. Sí, uno que no disimula sus influencias, pero el nivel de detalle y lo pulido que están todos sus niveles linda con lo demencial.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de Nintendo Switch facilitada por PR Hound.