Por muchos es sabido que la industria de los videojuegos para dispositivos móviles mueve miles de millones de euros. Una industria con plataformas que se han convertido en una extensión de nuestro propio cuerpo, que concentra infinidad de tareas, y que está viviendo una época esplendorosa. No es una tarea baladí, ya que gracias a la participación de grandes desarrolladoras que están lanzando algunas de sus franquicias más icónicas, podemos contemplar una parte de este crecimiento tan acusado. Y quién dice lanzarlas, también dice adaptándolas, pues la dinámica de los auto-runner (y también endless run) es una de las más populares dentro de este mercado.
Ese tipo de juegos en los que nuestro personaje no para de moverse han ganado tanta popularidad que muchas franquicias han adoptado sus dinámicas, para bien y para mal. Por ejemplo, allá por el año 1985, un jovencísimo Yu Suzuki sorprendió al mundo entero con el lanzamiento de Hang On, un espectacular arcade que simulaba la conducción de una moto real. Tanto es así que desde entonces, no han sido pocos los títulos que han tratado de emular esa velocidad y emociones tan fuertes al ritmo de maravillosas melodías. Y Retro Highway es uno de ellos.
Lo más lejos posible
Inspirado en el título antes nombrado, pero adaptado a dispositivos móviles (y posteriormente a Nintendo Switch), la obra desarrollada por Gearhead Games nos propone llegar lo más lejos posible. Y ya está. No tenemos porqué preocuparnos por alcanzar el siguiente punto de control antes de que el contador llegue a cero, porque no lo hay. El principal peligro es lo sinuoso de la carretera, que además está salpicada de obstáculos con los que más nos vale no chocar si queremos tener alguna opción de marcar un nuevo récord en lo que a distancia se refiere.
El juego incluye seis trazados que, en orden de dificultad ascendente, nos pondrán contra las cuerdas. A cambio, Retro Highway ofrece un control tan sencillo como preciso para esquivar todo lo que se nos viene encima y usar el turbo todo lo que podamos. Sí, nos tiraremos de los pelos y quizá queramos lanzar la consola por la ventana, pero volveremos a intentar pasárnoslo una y otra, y otra vez. Porque esta obra es maravillosamente adictiva. Un brutal desafío a nuestros reflejos en forma de arcade de velocidad directo en el que hay que jugar mucho, muy bien y tener algo de suerte con el fin de acceder a nuevos contenidos (motos) o desbloqueables (trazados) que antes no estaban disponibles.
El encanto de las recreativas de los 80
Una lección importante que suelen impartir muchos juegos es la necesidad de repetición. Si bien eso puede sonar tedioso al principio, ese es el punto en muchos sentidos, dado que la mayoría de esas propuestas encuentran una manera de hacer que esta secuencia de repetición sea divertida.
Por ejemplo, Retro Highway fomenta la superación personal recordando a los jugadores un mantra muy simple: la práctica hace al maestro. A este respecto, formulando una serie de objetivos que debemos tomar para lograr las recompensas deseadas. Nos animan a mirar hacia el futuro (nuevos escenarios en los que exprimir todo el potencial de nuestro motor), y seguir motivados para lograr nuestros objetivos.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de Nintendo Switch facilitada por Nicolai Danielsen, de Gearhead Games.