Conseguir que el ser humano pise Marte. Éste es el gran objetivo que se plantean las principales agencias espaciales a nivel mundial. Es por ello que las labores que realizan los distintos rovers o robots exploradores en el planeta rojo no es una tarea baladí, pues estos vehículos recorren la superficie marciana con el fin de buscar indicios de vida, recabar datos del pasado geológico e incluso registrar sonidos. Es algo que resulta determinante si tenemos en cuenta los planes de construir una colonia con seres humanos, pese a que enviar uno de estos vehículos al espacio no es nada fácil. Tanto es así que muchas misiones han fallado en sus intentos de posar un explorador sobre la superficie.
Al final, una de las grandes dificultades de todo este proceso es que debe funcionar en perfecta coreografía, soportando hasta 1.500 grados centígrados debido a la fricción que se genera mientras el vehículo avanza hacia el suelo del planeta, solo por el mero hecho de realizar el aterrizaje pertinente.
Si bien, vamos a suponer que el escenario que nos ocupa es una realidad, aunque pueda parecer de ciencia ficción, y que el increíble plan de la NASA para transformar a Marte en un planeta habitable para los seres humanos fue llevado a cabo con éxito. Al fin y al cabo, Rover Mechanic Simulator nos plantea esta realidad nombrada líneas atrás en la que somos miembros de la tripulación de una de las primeras colonias de Marte. En este caso, por medio de una obra que realiza un gran trabajo llevando la ciencia al videojuego, tanto que se le puede catalogar como una de las experiencias videolúdicas más correctas desde el punto de vista científico de los últimos años.
Gestión de reparaciones internas
Ahora bien, a pesar de que el juego desarrollado por la gente de Pyramid Games nos ofrece la aventura de vivir en Marte, la ficción le pierde el pulso a la dura realidad, puesto que no vamos a experimentar con la recogida de muestras en condiciones extremas ni tampoco adentrándonos en la agricultura espacial o buscar vida extraterrestre como en las películas de antaño. Dicho de otra manera, no vamos a cultivar papas ni tampoco sacar partido de las técnicas agrícolas desarrolladas en recintos cerrados mientras controlamos elementos como la luz, la temperatura, la humedad o el dióxido de carbono. Esto no es The Martian, dado que el entorno en el que se desarrolla este Rover Mechanic Simulator es mucho más frío y austero, proponiendo el concepto dentro de un contexto provisto de los medios necesarios para desarrollar una actividad.
Concretamente, asumimos el papel de un mecánico que repara y mantiene rovers en una colonia marciana, por lo que el desarrollo que nos presenta la obra que nos ocupa se ampara en la realización de varias tareas. Tareas que poseen muchas reminiscencias a la de juegos como Castle Flipper, algo que no es casualidad debido a que el estudio a cargo es el mismo. Si bien, el entorno de Rover Mechanic Simulator es mucho más restrictivo, por lo que no dedicaremos largas caminatas a limpiar, reparar y amueblar varios edificios y castillos en una oportunidad única de poder convertirnos en un artesano medieval al servicio de la realeza. Son contextos temporales muy distintos el uno del otro.
Un manitas en Marte
Impresoras 3D, trituradoras, soldadores, terminales… Rover Mechanic Simulator no repara en gastos para que dispongamos de las últimas tecnologías que hacen la vida mucho más sencilla. De hecho, no hace falta que seamos expertos en la materia, dado que todos los encargos que recibimos parten de un mismo punto de partida y pueden resolverse a través de la pulsación de unos pocos botones. De esta forma, nuestras principales tareas se amparan sobre todo en la reparación y mantenimiento de los rovers de Marte para que el resto de la tripulación pueda seguir recogiendo información detallada sobre la estructura del planeta.
Es una cantidad de trabajo que a la larga se convierte en algo rutinario, porque por lo general, siempre nos enfrentamos a tratar de resolver un problema identificando las principales áreas posibles de cambio, desde reparar todas las piezas por completo hasta reparar circuitos impresos estropeados o mantener los componentes que se han desgastado durante el funcionamiento del rover y que cuentan con una enorme atención al detalle. Por suerte, el juego de marras nos brinda distintas rutas de desarrollo que se traducen en un extenso árbol de habilidades y que nos permite llevar a cabo las averiguaciones pertinentes más rápido, empezando por analizar las piezas dañadas con la mayor precisión posible, y terminando por encontrar las averías con mayor rapidez.
Porque solo de esta forma seremos capaces de convertirnos en el mejor mecánico de todo Marte. Ojalá no esté lejano el día en que tengamos un manitas así…
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PlayStation 4 facilitada por Ultimate Games.