Futurama es una de las grandes series de animación de los últimos tiempos, de estas que marcan historia. La segunda serie de Matt Groening, creador de los Simpson, exploró nuevos campos dentro de la comedia de animación, al trasladar la serie a un lejano futuro, con total libertad para mezclarla con la ciencia ficción y encontrando maneras de hacer referencias actuales en el año 3000.
De la misma manera, si de algo puede presumir la serie de marras es de tener unos personajes que destacan por su singularidad y extravagancia. Porque además del trío protagonista compuesto por Fry, Leela y Bender, nos encontramos con otros como el Dr. Zoidberg, Mordisquitos o Zapp Brannigan, los cuales roban todas las escenas en las que aparecen, hasta tal punto de llegar a protagonizar sus propias tramas. Imperfectos, pedantes, infantiles… pero con unos valores inquebrantables, los personajes de Futurama llevaron los clichés tan al límite que terminan parodiando sus propios estereotipos.
Culto al humor absurdo y necesario
Y juegos como Dexter Stardust: Adventures in Outer Space también ofrecen una exploración de las posibilidades más disparatadas en torno a un futuro que combina elementos propios de una farsa con otros propios de la ciencia ficción. A este respecto, por medio de una aventura clásica point-and-click de estructura episódica en la que tendremos que caminar, hablar e interactuar con todo lo que nos rodea. Dicho de otra manera, es como ver una serie de animación, en este caso protagonizada por Dexter Stardust y Aurora, dos personajes muy diferentes entre sí, pero cuya química es extraordinaria desde el primer momento.
Al final, es una de esas relaciones que nos mantiene pegados a los mandos episodio tras episodio, experimentando toda clase de eventos que no se toman en serio a sí mismos. Eventos que derrochan un humor inteligente y duro, de los que no dejan indiferente a nadie, y que saben como hacerse fuerte haciendo crítica y parodia en todos los aspectos posibles.
Una carta de amor a las aventuras gráficas
Por muchos es sabido que las aventuras gráficas fueron antaño uno de los géneros más relevantes de la industria del videojuego, y aunque parece que ya no tienen demasiada cabida en una época de grandes presupuestos y tecnología puntera, no es menos cierto que siempre encontramos decenas de títulos que merecen ser resaltados. Sí, los juegos de acción y las propuestas multijugador han desplazado un tipo de juego más centrado en el descubrimiento narrativo, los diálogos y el juego individual, si bien, es algo más que un género presa del pasado. Uno que tiene más protagonismo de lo que parece.
En este contexto y lejos de la industria masiva del ocio electrónico emerge Dexter Stardust: Adventures in Outer Space, una aventura que establece nuevas coordenadas sobre la nostalgia y la mitificación de los géneros que falsamente están considerados como caídos. Aparte, la estética futurista y un delicioso apartado gráfico enteramente dibujado a mano que ofrece un despliegue visual maravilloso, se combina con un relato compuesto a base de episodios y dotado de una personalidad propia.
Asimismo, uno de sus principales encantos los encontramos en unos rompecabezas donde todo es lógica. Una de las cosas que más se repiten con respecto a las aventuras gráficas, es que presentan un entorno en el que los jugadores han de resolver problemas, poniendo de manifiesto una suerte de aprendizaje como resultado de una revelación, y la obra desarrollada por la gente de Dexter Team Games nos anima a seguir jugando al mismo tiempo que ejercitamos nuestra materia gris a lo largo y ancho de una aventura regada de un humor desternillante.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de Nintendo Switch facilitada por Flynn ‘s Arcade Publishing.
