La agricultura tiene una importancia trascendental en la mayoría de los países, ya sea como fuente de alimentos, materias primas y energía, como parte de cadenas agroindustriales de producción, como eje de economías regionales, o como fuente de empleo e ingresos por exportación. Ahora bien, cuando se habla de buenas prácticas a nivel agrícola se suele asociar este concepto, de forma excesivamente restrictiva, a aquellas actuaciones que están dirigidas a favorecer un incremento de la productividad de las cosechas con un empleo similar de recursos y, por tanto, a la obtención de una mayor rentabilidad de la explotación.
Sin embargo, la concienciación con el desarrollo de buenas prácticas agrícolas va mucho más allá de este aspecto, ya que se basa en la concepción y puesta en marcha de todas aquellas medidas útiles para contribuir a la optimización de esta actividad. Por ejemplo, los videojuegos son un canal de comunicación con potencial para reverdecer conciencias, simulando situaciones complejas para descubrir las consecuencias de nuestras decisiones. Tanto es así que existen propuestas que nos permiten gestionar y trabajar en una granja, desentrañando los misterios de la tierra con una amplia variedad de productos agrícolas.
Si bien, hay más exponentes de este peculiar género que van un poco más allá, pues aparte de trasladar esa esencia agrícola a las tres dimensiones, también trae consigo elementos de rol de fantasía y exploración de mazmorras. Exponentes como Rune Factory, una saga que nació como spin-off de la ya mencionada Harvest Moon, adaptando su estilo de gestión de granjas y vida cotidiana, y cuya cuarta iteración, Rune Factory 5, protagoniza estas líneas. Una iteración en la que nos adentramos en una vasta y vibrante tierra salvaje con el fin de proteger a un pueblo de toda clase de monstruos alborotadores al mismo tiempo que nos convertimos en solícitos trabajadores del campo.
La memoria, el olvido y sus efectos narrativos
Muchas historias emplean la amnesia como eje central de sus tramas, siendo el tema principal de estas la búsqueda del yo. De hecho, se trata de un recurso muy interesante con el que poder trabajar mucho mejor los personajes. Imaginad, a saber, una historia que se inicia con un o una protagonista que no recuerda quién es o que solo recuerda una versión antigua de su historia. Observará su universo con sorpresa, sin saber muy bien qué lugar ocupa en él. Pero, más importante todavía, se preguntará quién es.
Entendernos, conocernos internamente y poder ser conscientes de nuestra personalidad es algo que llevamos intentando averiguar desde nuestra adolescencia. Las tramas que parten con un personaje amnésico tratan una de las incógnitas universales de forma literal: ¿quién soy? ¿por qué soy así? ¿qué me llevó a tomar esa decisión? Y dentro del marco de la ficción, Rune Factory 5 reflexiona alrededor de estas preguntas, ofreciendo un eje narrativo en el que la trama se desenvuelve mientras, de forma paralela, el o la protagonista va descubriendo quién es.
A este respecto, confiando en nuestro poder para poner fin a los peligros que puedan emerger, pero también labrándonos la confianza de aquellos que nos rodean, sintiendo una necesidad aún mayor de sumergirnos en nuestro interior para encontrarnos a nosotros mismos.
Socialización y aprendizaje social
Y para eso hay que realizar un alto número de acciones que van desde cultivar numerosos alimentos en nuestro huerto (o quitando simplemente las malas hierbas) hasta mantener interminables conversaciones con cada uno de los habitantes del reino. La dimensión social que se organiza en torno a la interacción con otros personajes en Rune Factory 5 es muy importante, dado que supone la expresión de la sociabilidad humana característica, esto es, el impulso genético que la lleva a socializar, generar e interiorizar cultura, y el hecho de estar preparada para vivir con otros de su misma especie.
Dicho de otra forma, debemos atender multitud de necesidades en forma de misiones, donde ofrecer favores para ayudar a las personas más vulnerables o que necesiten ayuda de cualquier tipo, al mismo tiempo que no descuidamos nuestras tareas en el campo, pues es importante que crezcan todo tipo de vegetales y verduras que tanto sudor nos ha costado plantar.
Si bien, no todo se limita al plano agrario y social, lo que otorga cierta variedad a la propuesta que nos ocupa. En Rune Factory 5 también tenemos que hacernos a las armas contra toda clase de criaturas fantásticas. Concretamente, por medio de un sistema de combate en tiempo real que a pesar de tener mecánicas sumamente conocidas para todos los que estén acostumbrados a los JRPG. Empero, eso no significa que este esté descuidado, en realidad, muchos enemigos suponen un buen desafío que nos obligará a replantearnos ciertas estrategias y ya sea de paso, a mejorar nuestro equipo a marchas forzadas si queremos salir airosos.
Haciendo agricultura con la naturaleza
Salvaguardar la paz y la seguridad no es tarea sencilla, pero Rune Factory 5 sabe cómo hacerlo por medio de una aventura que no solo reivindica el equilibrio entre la humanidad y la naturaleza. También la importancia de la agricultura como un activo fundamental para la vida del planeta. Nos enseña, por medio de misiones formativas y divulgativas, que contar con un sector productor de alimentos potente y sólido, capaz de resistir momentos con cambios y garantizar un suministro adecuado es fundamental.
En este sentido, la obra desarrollada por la gente de Hakama Inc. usa con soltura el rol de agricultor al mismo tiempo que siembra una semilla cargada de aventuras de fantasía, cultivando así las relaciones con los habitantes y la afición por rolear.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de Nintendo Switch facilitada por Meridiem Games.