Surgida para imaginar los posibles futuros de sociedades sumidas en un vertiginoso proceso de cambio, la ciencia ficción no tardó en incorporar a sus tramas la compleja cuestión de la identidad, desde la personalidad escindida en un contexto de creciente tecnificación de la vida cotidiana hasta figuras de la Otredad como el alienígena y el mutante. Por ejemplo, con estos últimos se han escenificado pesadillas de despersonalización, acompañando el proceso de descentramiento del sujeto cartesiano e iluminando la constitución y deconstrucción de las representaciones de los actantes sociales.
A este respecto, juegos como Red Solstice 2: Survivors se amparan en la figura del mutante para ofrecernos una aventura ambientada en un campo de batalla táctico en tiempo real. Una aventura que se juega desde un punto de vista isométrico y en la que tenemos que comandar un cuerpo especial formado para luchar contra la amenaza de la invasión de unos mutantes infectados por el virus STROL. Eso y encontrar una cura para el virus que amenaza con destruir a la humanidad.
A grosso modo, es una historia ilustrada y bastante convencional dentro del género de la ciencia ficción. Una historia que se preocupa más por la forma y no tanto por el contenido (de hecho, es palpable como no rehuye de los ornamentos y el estilo enfático en general), pero que al final cumple con su cometido.
Cómo tomar decisiones rápidas
La estrategia nace con el ser humano y su necesidad de supervivencia y desarrollo. Las primitivas hordas armadas requieren de un jefe que las organice y las mande durante los encuentros violentos y mortíferos. Además de fortaleza física, estos conductores deben poseer carisma e ingenio para guiar a las tropas a la victoria. A medida que la civilización avanza, los ejércitos se hacen profesionales y el mando lo ejerce el soberano o generales subordinados a él. Los caudillos están forzados a crear sistemas o artificios orientados a derrotar al adversario de modo contundente y con el mínimo de sacrificios.
En los videojuegos sucede algo similar, puesto que la estrategia resulta atrayente cuando las decisiones que se toman y acciones que se emprenden están acompañadas de un espacio de incertidumbre o sensación de duda sobre el desenlace y consecuencia que éstas tienen. Por supuesto, Red Solstice 2: Survivors no es una excepción a esta regla aun cuando se desarrolla en tiempo real, dado que este desafío a la incertidumbre está acompañado por dos argumentos que lo convierten en una práctica racional. En primer lugar, la facilidad de aprender del error. En segundo lugar, la comunicación para recibir o entregar ayuda de manera mancomunada.
Pero por encima de todo, el juego desarrollado por la gente de Ironward nos obliga a tomar decisiones sumamente difíciles con la mayor celeridad posible. Aquí, el sentido de la estrategia se siente increíble, dado que una mala decisión puede costarnos la vida, literalmente. Además, los combates cuentan con un ritmo frenético y visceral. Un ritmo propiciado por unos enemigos que a pesar de contar con una IA algo limitada, son voraces en todos los sentidos, adaptándose a nuestras acciones y aprovechando cada rincón de los escenarios para flanquearnos.
El fracaso: causas y consecuencias
Pocas cosas hay más dolorosas en un videojuego que el hecho de ver cómo fracasamos en cada uno de nuestros actos. El caso es que casi sin proponérselo el juego que protagoniza estas líneas logra hacer de cada partida algo realmente personal, algo que curiosamente logra que te definas como jugador por tu estilo de hacer las cosas y casi me atrevería que como persona, cuando llega ese momento fatídico.
Porque sí, hay ocasiones en que nos equivocamos sobremanera, en que no acertamos en nuestras decisiones y en que tampoco nos acompaña la suerte. Es entonces cuando nos encontramos en el peor escenario posible, con todos nuestros efectivos caídos. Nuestra osadía y falta de previsión hicieron que no fuéramos capaces de valorar la dificultad de la tarea a la que enviamos a nuestros soldados.
Es entonces cuando debemos demostrar si tenemos lo que hay que tener. El dilema: ¿Cargar partida o asumir las consecuencias de nuestra falta de previsión y volver a empezar prácticamente de cero? Evidentemente, lo fácil sería optar por lo primero, para eso están los videojuegos, para permitir que nos equivoquemos y podamos volver hacia atrás. Si bien, la sensación que se te queda si optas por esa vía es la de haber hecho trampas. Sea como fuere, es en ese momento de tentación en la que uno puede darse cuenta de que está ante algo grande, y no importa cual sea nuestra decisión porque al fin y al cabo todo es un juego.
El fin de la humanidad: una mala y una buena noticia
Después de varias horas llevando a cabo diferentes misiones principales y secundarias con el fin de luchar contra la amenaza de la invasión de mutantes STROL, queda claro que Red Solstice 2: Survivors es una propuesta de fuerte componente táctico, de diseño visceral y con una ambientación dirigida a provocar claustrofobia en los jugadores en los momentos más inusitados. Asimismo, aboga por la necesidad de sobrevivir y la importancia de trabajar juntos como especie para evitar nuestra extinción. Al fin y al cabo, el destino no está escrito en el firmamento, sino que se nutre de nuestra toma de decisiones para nuestro crecimiento personal.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PC facilitada por 505 Games.