Los piratas son probablemente el colectivo criminal histórico más importante en la cultura popular. En las últimas décadas hemos sido testigos de la aparición de numerosos libros, películas, series de televisión y videojuegos sobre las aventuras de estos enemigos de la ley. A pesar de que la piratería ha existido desde la Antigüedad hasta nuestros días, fue en los siglos XVII y XVIII, cuando la piratería alcanzó su máximo esplendor, causando importantes problemas a las potencias marítimas. Por este motivo, a este período se le denomina comúnmente la “Edad de Oro de la Piratería”.
Una edad en la que los piratas crearon una sociedad adelantada a su tiempo. Tanto es así que fueron capaces de ver el potencial que tenía el sistema democrático y la separación de poderes para el correcto funcionamiento de una sociedad mucho antes de la Revolución americana. En otras palabras, resulta interesante recordar que el pirata literario y cinematográfico tienen un antecedente histórico verídico, que respondió a un contexto específico e incidió en la economía, la cultura y la vida cotidiana de la sociedad colonial y que, como sucede en la actualidad, de ser figuras perseguidas y marginadas pasaron a ser seres respetados e incluso admirados por sus contemporáneos.
De no ser así, no tendríamos propuestas como Shadow Gambit: The Cursed Crew, un juego de estrategia y sigilo en el que tendremos que navegar a lo largo de peligrosos mares, derrotando a todos los forajidos que se crucen en nuestro camino y desafiando a maestros de la piratería en tensos combates.
Surcando los mares
Dicho de otra manera, a nivel jugable, estamos ante un juego de estrategia y sigilo en tiempo real en el que tendremos que ir moviendo y coordinando a nuestras unidades por el mapa para abrirnos camino sin ser detectados al mismo tiempo que cumplimos los objetivos que nos vayan encomendando. Lo más fácil para que entendáis su fórmula jugable es que penséis en Commandos, la mítica y desaparecida saga de Pyro Studios, ya que las similitudes entre ambos juegos son más que evidentes, a pesar de que cada uno cuenta con su propia ambientación y temática.
Como podréis imaginar, cada personaje cuenta con sus habilidades y características que los hacen únicos en su especie. Por ejemplo, uno puede abrir un portal, además de atravesar el espacio-tiempo para realizar ataques sigilosos en medio segundo, mientras que otro puede lanzar a amigos o enemigos sin distinción con el cañón mágico de Gaëlle. A esto sumadle las técnicas tanto de asesinato como de distracción de cada uno. Por ende, aprender a explotar las posibilidades de cada uno y hacer que trabajen en equipo es fundamental para llegar hasta el final de la aventura.
Uno de los grandes aciertos de Shadow Gambit: The Cursed Crew lo tenemos en lo bien que nos va introduciendo en sus mecánicas y en las posibilidades de cada personaje, quienes van apareciendo poco a poco para que nos podamos acostumbrar y aclimatar a ellos antes de tener que emprender misiones con el grupo al completo y con todas nuestras posibilidades desbloqueadas. Eso sí, aquí todo ocurre en tiempo real, por lo que no podréis pausar la acción para pensar vuestros movimientos e introducir las órdenes con calma, de modo que procurad esconder bien a vuestros héroes antes de pasar el control de uno a otro.
La maldición pirata
La infancia suele ser implacablemente imaginativa. Por ejemplo, a muchos de nosotros nos bastaba una tela oscura y rota para taparnos un ojo y creernos por un instante un pirata dueño de los siete mares. Soñábamos con esas historias de barcos fantasma, piratas y corsarios luchando con sus espadas e islas escondiendo un tesoro inalcanzable.
Un sueño que se materializa en este Shadow Gambit: The Cursed Crew, un título que mezcla lo mejor de la estrategia y sigilo en una fórmula aparentemente sencilla que esconde unas mecánicas más complejas de lo que puedan parecer en un principio.
Estas impresiones han sido realizadas gracias a una clave digital de PC facilitada por PressEngine.