Hay sentimientos y emociones que tienen mucho más valor si las vemos por escrito a través de una carta, un arte que por desgracia se encuentra en desuso y que en su apariencia más tradicional, representa un símbolo de dedicación, interés y exclusividad totalmente plasmados sobre el papel. Hay algo mágico en darle una carta a la persona que queremos, ya que tiene implícito un sentimiento especial en su interior. Y si no, que se lo digan a series como Violet Evergarden, una obra hecha a base de amor en la que unas pocas palabras escritas pueden expresar aquello que sentimos.
Redeliver es una muestra más en la manera en que concebimos el papel como un catalizador de emociones. En este caso, una muestra entendida específicamente como una novela visual que se lee y acciona del mismo modo en que se pasan las páginas de un libro. Al fin y al cabo, es otra manera de contar historias dentro de la narrativa transmedia, ya que tienen la capacidad de implicar doblemente al jugador y, en algunos casos, dejar que sea este quien desarrolle la propia narración a partir de sus decisiones. Por supuesto, el juego creado por Nyfarious no se sale de la hoja de ruta y nos ofrece una experiencia con fuerte énfasis en la vertiente narrativa y ambientada en la Edad Media.
Una mirada a la desigualdad económica en la época medieval
Aunque es algo que se extiende más allá del medievo, aspectos como la pobreza y desigualdad en aquella época eran aún más marcadas, desde una plebe desposeída de sus tierras por la avaricia de los señores y príncipes, hasta la opulencia y riqueza que siempre han mostrado estos últimos. Asimismo, cuestiones relativas a la tierra, los diezmos y las labores debidas por el comportamiento criminal de los señores siempre han acabado motivando la revuelta, pasando por el pequeño y a veces, el mediano campesino, al habitante de la ciudad, convertidos a posteriori en un importante foco de descontento a causa de estas malas condiciones. Y como se dice, el resto es historia.
Redeliver no quiere ofrecernos clases particulares, pero sí ampararse en este clima de desigualdad mediante un ensayo melodramático contado a través de los ojos de Red, una joven obligada a convertirse en espectadora activa de la obra que nos ocupa, enriqueciendo su importancia como sujeto activo de cualquier proceso narrativo. Una importancia que se hace especialmente manifiesta por medio de cartas que deben ser entregadas a su destinatario. Si bien, este proceso que representa el eje central de toda la aventura, va más allá de los requisitos relativos a la entrega y recepción.
Porque, al igual que ocurre en Violet Evergarden, somos algo más que unos meros mensajeros. Con la entrega de dichas cartas, repartimos emociones, reafirmamos la importancia de la palabra escrita y transportamos la memoria de todos los acontecimientos, abordando la empatía humana de una manera inteligente y la manera en la que se pueden expresar los sentimientos. Sin quererlo, cambiamos la vida de las personas y construimos un mundo más justo.
Mensajera de la solidaridad y la empatía
Comprender el mundo en el que nos ha tocado vivir es indispensable para poder salir hacia adelante, aunque la vida pueda ser a veces tan injusta, dado que seguir un sendero que nos acerca al mundo de los demás, puede que nos sobrepase con facilidad y que nos rindamos. Por suerte, personajes como Red nos enseñan, gracias a un viaje introspectivo, el camino hacia la empatía y su capacidad para desarrollar diferentes emociones, así como distintos estados de ánimo, en una época con un clima de violencia tan generalizada como el medievo. Nos anima a identificar y expresar nuestros sentimientos, cada uno de una forma especial, con dedicación y entrega.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital facilitada por Nyfarious.