Celeste es uno de esos juegos indies que se convierte en imprescindible desde la primera partida. En un mercado sobresaturado de videojuegos y con miles de estudios sacando títulos que intentan hacerse hueco en un mundo sin concesiones, de vez en cuando –y con frecuencia- aparecen joyas que merecen mucho la pena. Y que dan sentido a que tantos y tantos pequeños desarrolladores prueben suerte. Celeste es uno de ellos. Es un plataformas 2D desafiante, descripción que poco o nada dice teniendo en cuenta como de explotada está esta fórmula desde que los indies se ganaron su hueco en la industria de un tiempo a esta parte. Pero Celeste se coló como uno de los mejores.
Motivo por el cual han surgido propuestas como Telmari, que sin contarnos una historia de superación personal en la que hay espacio para los miedos interiores, nos brinda a cambio un juego de plataformas 2D de precisión que hace gala de las mismas sensaciones. Un juego en el que tenemos que ayudar a Telmari a salvar sus girasoles en el viaje hasta el Árbol Maldito. Por supuesto, esto no va a ser un camino de rosas, pues tendremos que superar más de 100 niveles diseñados cuidadosamente donde se pondrán a prueba nuestra habilidad y paciencia mientras exploramos el mundo de Agra.
El desatascador de raíces
De esta forma, Telmari cuenta con dos habilidades especiales que lo son todo en el juego que protagoniza estas líneas: los saltos, su capacidad de sortear toda clase de obstáculos; y el arco de desatascadores, cuyas flechas, una vez adheridas a una superficie funcionarán como objeto propulsor para nuestra heroína. Esto le permitirá saltar más rápido y más alto de lo habitual.. No necesita mucho más el videojuego de Phoenix Blasters para reinventar la fórmula una y otra vez presentando desafíos cada vez más enrevesados, cada vez más espectaculares, con los que es difícil no exclamar gritos.
Trampas oscilantes, criaturas hostiles, caminos atestados de raíces afiladas y muy pocas superficies donde posar los pies… cada nueva región que exploras te descubre nuevas formas de morir, ¡y lo haréis!, pero lejos de frustrar, Telmari te anima a seguir adelante.
Por momentos, he perdido la vida en un mismo nivel decenas de veces y cada vez que ocurría, ¡gritaba!, pero no de ira sino, más bien, como aquel que sabe que está a punto de lograr una proeza y solo necesita un poco más de tiempo, una oportunidad más para alcanzar el éxito. Por eso nunca dejas de sonreír ni de asombrarte con la trepidante acción de un videojuego que, sí, es difícil, pero no hasta el punto de desesperar.
Todo depende de vosotros, del reto que os impongáis pues podéis completar la historia y ya está, o bien probar fortuna y conseguir llegar al final de cada nivel lo más rápido posible, y que ya os aviso en algunos casos puede ser una hazaña durísima. Es aquí donde la aventura de la parte protagónica se convierte en un auténtico infierno; pero uno igualmente disfrutable.
Un arco para gobernarlos a todos
Asimismo, cada una de las regiones por las que avanzamos desprende un aura especial que las hace únicas, muy distintas entre sí, con un toque retro que le sienta fenomenal. Por lo demás, Telmari es una obra bastante resultona que aun cuando llegamos al final de la aventura, ¡no lo hace del todo!, pues abre ante ti nuevos retos que te harán disfrutar más si cabe del que ya es uno de los juegos más desafiantes de este 2024.
Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de PC facilitada por Cosmocover.