Sencillo como el mecanismo de un botijo y adictivo como esos clásicos de los arcades, los abanderados de la Atari y los míticos minijuegos a los que jugaba durante mi niñez y pasada mi juventud. Vampire Survivors es ese juego entre juegos al que da gusto entregarle tus próximos cinco minutos libres. Y su gran acierto es que nada más empezar a partida sabes que vas a perder, pero te lo vas a pasar en grande arrasando medio infierno sin tener que tocar ni un triste botón. Así de simple.
Vampire Survivors es el resultado de fusionar la esencia y estética de los Castlevania clásicos con la jugabilidad del mítico Gauntlet y llevarlo todo al terreno de los roguelites. Eso sí, no esperes niveles retorcidos ni tampoco tendrás que preocuparte de machacar los botones: los ataques se realizan de manera automática, de modo que el desarrollo de la partida se basa en sortear infinitas oleadas de enemigos mientras tu temerario personaje golpea o lanza hechizos esperando a que llegue la muerte. ¡De manera literal! El hito del estudio Poncle fue hacer de algo tan simple un verdadero vicio.
Por ende, no es de extrañar que, de un tiempo a esta parte, hayan salido contendientes como Mighty Mage, un juego de acción de vista cenital en el que encarnamos a un simpático mago en su viaje para convertirse en un maestro de la magia. Armado con hasta 5 hechizos elementales a la vez, nos iremos enfrentando a hordas de enemigos, pudiendo elegir entre una gran variedad de mejoras y hechizos para crear un personaje a medida.
La magia está en ti
En Mighty Mage, cada oleada presenta un nuevo desafío que debes superar eligiendo una mejora o habilidad antes de enfrentarte a los enemigos. Desde los lentos pero duros limos hasta los rápidos pero débiles murciélagos, el juego de marras presenta a una gran variedad de enemigos en tu viaje para convertirte en el mejor mago del mundo.
Ahora bien, mientras Vampire Survivors tiene lugar en partidas de hasta treinta minutos ininterrumpidos, Mighty Mage funciona en una estructura de fases. El objetivo es superar oleadas de creciente dificultad. Para ello, cada vez que termina una de ellas podemos adquirir nuevos objetos en la tienda que mejoren nuestras estadísticas para ser más mortíferos.
Por otra parte, Mighty Mage siempre se desarrolla en el mismo mapa y con la misma estructura, no hay modos de juego alternativos. Ahora bien, como todo buen roguelike o roguelite, el título que protagoniza estas líneas tiene un punto de aleatoriedad. Los objetos que encontramos o que salen en tienda son aleatorios, por lo que en muchas ocasiones debemos adaptarnos a las circunstancias para triunfar en la partida. Este punto es compartido con Vampire Survivors, pero se lleva a un nuevo extremo en este título.
Y aunque no es menos cierto que está muy falto de contenido pasadas las primeras horas, si hay algo que tiene muy bien planteado es la gratificación y la sensación de progresos. Y ahí es dónde realmente el juego se abre en nuevas direcciones.
Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de PC facilitada por PressEngine.