Gran parte de lo que somos viene determinado por lo que hemos vivido. Solemos subestimar el aprendizaje de las experiencias más duras sin pararnos a pensar en el gran cambio positivo que éstas han podido aportarnos, centrándonos solo en aspectos negativos. Cada tormenta conlleva un aprendizaje.
Añoramos cómo éramos antes de que cosas desagradables nos ocurriesen, sin caer en la cuenta de que en la vida inevitablemente pasaremos por este tipo de cosas, de las que podemos salir derrotados o fortalecidos.
En realidad, son los tiempos tumultuosos, las grandes decepciones y los sucesos desagradables los que revelan nuestra verdadera naturaleza y los que provocan que seamos más fuertes y resilientes. Casualidad o no, a veces esa tormenta que pasaste te trajo de vuelta a la vida. Paradójicamente y sin esperarlo, tras reponerse de un daño y un gran dolor, estás más en calma que nunca.
Y obras como Life is Strange – La historia de Steph nos enseñan, a través de sus páginas, que la inestabilidad está en la propia naturaleza que nos rodea y en la propia naturaleza de los seres humanos. No saber tolerar la ambigüedad, la incertidumbre y el conflicto es un abono fértil para padecer trastornos psicológicos. El mito de la estabilidad en nuestras vidas es solo eso, un mito.
Si somos conscientes de este hecho, estaremos preparados y concienciados de que los cambios bruscos y sucesos dolorosos son posibles. Preparados y concienciados, nunca entrenados… Ahí radica la belleza y la variabilidad de los seres humanos; en la forma en la que se desenvuelven, en lo bueno y en lo malo que les sucede.
Después de la tormenta
Steph Gingrich es un personaje de Life is Strange: Before the Storm que originalmente era secundario, pero cuya gran personalidad la ha hecho destacar y la ha convertido en una parte favorita del fandom. Tanto es así que Steph fue fundamental en el más reciente Life is Strange: True Colors y por si fuera poco, también es la protagonista del libro que protagoniza estas líneas
Como cualquier personaje en el universo Life is Strange, Steph es alguien con muchos matices, pues tiene fortalezas y debilidades, convicciones y traumas. Y sí, tiene una vida fuera de las interacciones con Chloe y Rachel en Before the Storm y Alex en True Colors. Life is Strange – La historia de Steph se encarga precisamente de explicar un poco más el trasfondo psicológico de esta chica amante de la música y los juegos de rol. A este respecto, por medio de una novela que se sitúa entre medias: desde los trágicos hechos acaecidos en Arcadia Bay hasta su llegada a Haven Springs.
Si algo tiene La historia de Steph, escrita por Rosiee Thor, es la misma luz que sus hermanos mayores en formato videolúdico. La generación que ve el mundo tras los filtros de Instagram y que tiene Spotify como muro divisorio contra los problemas de su mundo necesita de esa luz para reflejar un mundo que se mueve entre luces y sombras. Entre la intensidad y la alegría del descubrimiento y la depresión y la soledad; la búsqueda de uno mismo.
Ese siempre ha sido el tema principal de una obra iniciática como esta. La búsqueda del yo. El descubrimiento de la vida; la juventud como ese dulce oasis al que no se regresa. A través de Max y Chloe, y ahora Steph y Izzie, Rosiee se atreve a recoger el testigo de Dontnod y habla abiertamente de sexualidad. Del despertar sexual de dos chicas que encuentran, al mismo tiempo, su feminidad y su naturaleza. ¿Cuántas obras hoy día hablan con tanta franqueza a toda una generación? La literatura juvenil hace su parte en esto, desde luego, pero es que los artistas adultos parecen haber perdido parte de su juventud.
Si Richard Donner y Chris Columbus pudieron hablarle a toda una generación con The Goonies, Dontnod y Deck Nine han hecho lo propio con la generación de Twitter. Una generación que necesita ser oída y busca en este nuevo medio su bandera.
Encontrando la valentía para seguir adelante
Que una obra hable sobre estos temas influye en el comportamiento del lector en el mundo ficcional y, por consiguiente, en su experiencia a lo largo del recorrido. La historia de Steph se caracteriza por posicionar al lector ante situaciones emocionalmente difíciles de sobrellevar y esto, más allá de invitarle a reflexionar sobre cuestiones relacionadas con el mismo, desencadena la autorreflexión.
Las experiencias emocionalmente conmovedoras pueden despertar en el lector recuerdos de experiencias vividas, pero también le invitan a imaginar posibles caminos alternativos con sus consecuencias y, por último, pueden incitar a repensar su desarrollo personal, su comportamiento frente a una situación concreta, e incluso puede conllevar un cambio de actitud.
Al final, concluimos que Life is Strange – La historia de Steph disfruta de un conjunto de engranajes éticos que son independientes entre sí, pero que unidos interpelan en mayor profundidad al lector y promueven el pensamiento. El constante diálogo entre ambas partes sobre cuestiones morales que están presentes en nuestra sociedad actual confirma nuestra hipótesis, puesto que el lector está continuamente cuestionando sus propios valores morales y éticos para ser capaz de afrontar el relato que protagoniza estas líneas.
Estas disyuntivas dependen de la exposición previa del sujeto con el medio, en cambio, la duda y la incertidumbre, aunque sea en diferentes fases del libro, siempre terminan por emerger en el lector.
Esta reseña ha sido realizada gracias a un ejemplar físico facilitado por Héroes de Papel.