The Inheritance of Crimson Manor

Por lo general, en el arte cinematográfico, las fuerzas que permiten desarrollar la historia están en los personajes, incluso en ciertos objetos, pero muy pocas veces están en los espacios donde suceden los hechos. Existen contadas películas que muestran la fuerza “actancial” de los escenarios. Si bien el término actante deriva de la semiótica literaria, es posible aplicarlo en la cinematografía, ya que aquí también se cuentan historias.

El concepto actante permite ampliar el término del personaje, el cual no sólo es sujeto de la historia, sino también cumple un papel y actúa. Y todo ello de modo integral. Por otro lado, el actante puede presentar una diversidad de roles: el de héroe o villano, el de ayudante o comparsa, entre otros. A veces un objeto puede promover la narración o impulsar a los personajes a actuar. Aunque difícilmente los escenarios de un relato literario pueden ser actantes, en una película esto sí llega a ocurrir debido a la dinámica que tiene el cine.

Lo mismo ocurre en obras videolúdicas como The Inheritance of Crimson Manor, de Mediacity Games, una aventura gráfica en primera persona que nos permite vivir una historia de terror gótico al estilo Penny Dreadful ambientada en una hermosa y enigmática mansión de la época victoriana con un oscuro secreto. 

Después de trabajar durante más de diez años como asistente privado del enigmático magnate ferroviario Hadley Strange, la noticia de su repentina e inesperada muerte junto a toda su familia te coge por sorpresa. Ahora hemos sido nombrados como el albacea encargado de cumplir su última voluntad, y cuidar su majestuosa mansión, una lujosa propiedad en las afueras de Londres. A nuestra llegada a la mansión, encontramos un sobre con nuestro nombre que contiene una carta con un conjunto críptico de instrucciones que podrían hacernos cambiar de opinión acerca de quién era realmente tu antiguo empleador.

Una mansión con muchos secretos

A medio camino entre la narrativa gótica y el misterio, la puesta en escena es magnífica en lo de generar suspense. Es sencillo de entender: nada más verte en la situación jugable comenzarás a hacerte preguntas, y a dar vueltas en la mansión interactuando con unos objetos de los que te preguntarás para qué demonios sirven, porque en ese momento no sirven absolutamente para nada, salvo para dotar de vida al entorno. El arranque es claustrofóbico (pese a las dimensiones del entorno), impresiona, pero pronto, cuando comencemos con el primer puzle, dejará libre a la mente para pensar, en una paradójica sensación de opresión calmada. 

No puedo, ni debo, dejar de enfatizar que el matrimonio entre la jugabilidad y la historia sale tremendamente bien, y se prolonga en una luna de miel que mantiene su encanto y su ilusión desde el principio hasta el final del juego. Puestos a poner una pega, algo que obedece pura y llanamente a cuestiones de gusto personal, quizás hubiera disfrutado más la historia si no dependiera tanto de escritos varios, algo que no influye para nada en que sea coherente, interesante y, sobre todo, en que esté bien escrita.

A ello ayuda con tremendo gracejo el amor a la literatura y el séptimo arte que se respira durante las 2-3 horas que puede llevar completar la aventura. Más allá de lo obvio (a veces burdo) de la influencia que del cine toman los videojuegos, The Inheritance of Crimson Manor inserta con éxito y de manera muy singular la huella de escritores que han sido fundamentales para el desarrollo del videojuego que nos ocupa. En eso, además de los puzles, The Inheritance of Crimson Manor consigue también brillar con luz propia. Unos puzles exigentes, pero sin rayar con lo impeditivo

The Inheritance of Crimson Manor Victorian Edition está disponible en formato físico para PlayStation 5 desde el 31 de enero.

La exigencia puede solucionarse pidiendo una pista —aunque aun así a veces cuesta comprender su lógica a la primera, pero siempre terminas por resolverlos en un itinerario cognitivo en el que te acompañan tanto la intuición como la deducción, a pesar de que a veces llegues a pensar que los has resuelto de chiripa. No es así, pues en los puzles del juego de marras hay un preciso esfuerzo en el diseño de los mismos en apretar pero no ahogar

Y una vez resueltos, recibes esa recompensa que solo los mejores puzles saben conceder: la grata ilusión de sentirte inteligente.

Un escenario único muy bien diseñado

Por lo demás, la importancia del espacio en The Inheritance of Crimson Manor no radica solo en su diseño, sino en cómo se integra a la historia. Un escenario bien construido no solo enmarca la acción, sino que la define, convirtiéndose en un narrador silencioso que guía la experiencia del jugador hasta el final.

Y las imágenes convierten casi cada secuencia de la que formamos parte en algo inolvidable, indagando en respuestas oníricas como el surrealismo, donde predomina el misterio y el suspense. Después de todo, en eso consiste The Inheritance of Crimson Manor: en destapar el velo de misterio que rodea toda la aventura al mismo tiempo que tratamos de distinguir lo real de lo aparente, aunque no nos guste.

Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de PlayStation 5 facilitada por Tesura Games.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí