El mercado de los videojuegos es cada vez más valioso y su crecimiento es exponencial. Entre los diez primeros países por ingreso hay tres asiáticos, dos norteamericanos y cinco europeos. Sin embargo, China y Estados Unidos son los principales mercados del mundo, dado que juntos representan más de 70.000 millones de dólares. El fenómeno es imposible de ignorar y aunque el gobierno chino está tratando de rebajar la creciente curva, los videojuegos son un posible recurso para el desarrollo de la industria y las actividades culturales, beneficiando a las desenfrenadas casas de software chinas en pos de expandir su mercado a nivel mundial.
La liberalización del mercado nunca había aparecido más cerca y China busca pisar fuerte en el mercado occidental de los videojuegos. De hecho, Tencent, el mayor productor chino de videojuegos, hace tiempo que ha anunciado sus planes de expansión poniendo sus miras en algunos países, desde la adquisición de importantes participaciones hasta recursos a sus operaciones para que otros juegos avancen en la dirección correcta. Por ejemplo, la primera vez que pudimos ver Black Myth Wukong, la sensación de sorpresa fue generalizada, ya que todos nos quedamos con la boca abierta ante semejante despliegue visual y unas mecánicas jugables comparables con las de Dark Souls.
Si bien, hay otras propuestas mucho más cercanas en el tiempo que tienen mucho que decir al respecto.
Mitos y leyendas de China
No hay muchas franquicias que puedan presumir de llevar 30 años en la industria del videojuego, pero Xuan-Yuan Sword es sin duda una de ellas. Por desgracia, todos sus intentos por mejorar su notoriedad más allá de sus fronteras han quedado relegadas al reino de las sombras. Porque si The Elder Scrolls está considerada como una de las sagas más emblemáticas del género rol occidental y la serie de videojuegos Final Fantasy es una pieza clave para comprender los JRPG, la obra creada por la gente de DOMO Studio y SOFTSTAR tendría una importancia similar en China.
Una obra que se inspira en gran medida en dos géneros particulares de la ficción china. Por un lado, el género “Shenmo”, un estilo de escritura cuyas raíces se encuentran en cuentos y leyendas tradicionales, y cuyos ejemplos más conocidos son Viaje al oeste y La investidura de los dioses. La otra gran inspiración proviene del género “Wuxia” que literalmente significa caballeros de artes marciales, y que hace referencias a todas esas narraciones épicas situadas en el pasado y protagonizadas por héroes generalmente ficticios, los cuales viven enormes aventuras relacionadas con episodios relevantes de la historia imperial de China.
Así pues, todas las entregas de Xuan-Yuan Sword nos ponen delante de un grupo de artistas marciales que se ven obligados a derrotar a un gran mal, y al igual que otras iteraciones de enorme renombre, esta ha ido evolucionando considerablemente a lo largo de los años, aumentando la sofistifación gráfica y una ofreciendo una jugabilidad algo más elaborada, concebida originalmente como un juego de rol por turnos muy similar a los Dragon Quest. El resto de entregas pasaron de las tradicionales batallas antes nombradas a un sistema al estilo con grandes reminiscencias al visto a partir de Final Fantasy IV.
Viaje al Oeste
Y el resto es historia, puesto que Xuan-Yuan Sword VII da otra vuelta de tuerca en pos de recrear esa acción en tercera persona en tiempo real y con controles inusuales pero intuitivos para hacer frente al mal que se acerca, dejando que el jugador se sienta el protagonista, que lo incite a superarse a sí mismo, a vivir una aventura que reivindica la importancia de los mitos y las maldiciones. Algo parecido a los Souls, una maquinación que, en conjunto, es casi impoluta y que trasciende en todos sus niveles, pues pese a no inventar dichas mecánicas, sí que las trajeron de vuelta con un enfoque sin precedentes.
Ambientada en la China de hace 2000 años en un viaje a través de un reino mitológico, plagados de seres de otro mundo, Xuan-Yuan Sword VII es una propuesta que hace mucha honra a su inspiración, aunque dicha entrega también aparenta tener en consideración títulos como Horizon: Zero Dawn. Una entrega protagonizada por un joven llamado Taishi Zhao y que se desarrolla en la dinastía Han, que siguió a la dinastía Qin y que gobernó China desde el 206 antes de nuestra era hasta el 220 d.C. En esta época, China experimentó un aumento en la población urbana, reduciendo la recaudación de impuestos y adoptando una actitud de servidumbre para con las tribus nómadas vecinas, experimentando así movimientos ascendentes y descendentes en su ciclo económico, periodos de prosperidad económica y declive.
El cambio en la potencia mundial dominante
Sí, el componente histórico siempre ha sido importante en la franquicia de marras y esta séptima entrega no es una excepción, si bien, la unión de los lazos familiares, así como la enésima lucha para combatir a ese terrible mal, conforman la mayor parte de un relato cargado de imaginería y un semillero infinito de inspiración. Y pese a que Xuan-Yuan Sword VII arrastra problemas como bajadas en la tasa de fotogramas, también supone toda una declaración de intenciones y una muestra de que los estudios chinos y en general en la industria de videojuegos en China no han mostrado todas sus cartas.
Sumado a una dirección artística fascinante y tensos combates en donde la gestión de nuestros recursos resulta indispensable, Xuan-Yuan Sword VII es una experiencia muy satisfactoria y una buena puerta de entrada si nos quedamos con ganas de jugar otros capítulos.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PlayStation 4 facilitada por EastAsiaSoft.