63 Days

La Segunda Guerra Mundial, como conflicto configurador de las realidades políticas y sociales del siglo XX, ha dado para miles de obras que han copado librerías, carteleras y como no, estanterías de videojuegos. Desde shooters, hasta aventuras gráficas, pasando por títulos de estrategia y simuladores de aviación. 

La prolífica producción de videojuegos sobre la Segunda Guerra Mundial ha sido tan abrumadora que casi ha terminado por desgastar el tema, especialmente en los géneros más afines a plantear ficciones basadas en el conflicto. Lo que nos proponemos hoy es rescatar algunos de los mejores exponentes de esta vertiente videolúdica, independientemente del género, año de lanzamiento o tipo de producción a la que pertenezca cada uno de los escogidos. 

Porque pese a que hay cierta monotonía en cómo el videojuego se ha acercado a este espantoso período de la historia humana, si uno echa la vista atrás, puede terminar encontrando más variedad de la que esperaba. Y si no, que se lo digan a 63 Days, apostando por una vertiente táctica marcada, que le aporta un carácter propio respecto a lo ofertado por otros juegos ambientados en el mismo marco. A este respecto, apostando por un rigor histórico que le distingue de sus competidores directos.

La primera misión

La mejor forma de describir a 63 Days es la de hablar de un juego de estrategia en tiempo real centrado en el sigilo. Controlando a un grupo de soldados más cerca de la guerrilla que de la pelea en el frente, deberemos abrirnos paso por las líneas enemigas mientras vivimos la Segunda Guerra Mundial desde el punto de vista de la revolución polaca.

Con distintos personajes controlables en un mismo escenario, la exploración y estudio del mapa es clave para poder avanzar sin que suene la alarma. Controlar la posición de los enemigos y sus patrullas, así como las posibilidades que ofrece el escenario para cada uno de los protagonistas, es una tarea alejada a kilómetros de lo que cualquiera podría entender por fácil.

63 Days

Al final, es un un juego que sabe explotar las limitaciones, especialmente a las autoimpuestas por cada personaje para que tengas la necesidad de que colaboren entre ellos para avanzar.

Estrategia medida al milímetro

Con distintas habilidades para cada uno de ellos, conocer hasta qué punto pueden llegar o no cada uno es de vital importancia antes de realizar cualquier movimiento. Pongámonos en la piel de uno de ellos, por ejemplo. Un ávido escalador que puede encaramarse por paredes y tuberías pero que, en cambio, no puede atar a sus víctimas, sólo noquearlas durante un breve espacio de tiempo.

Así, adentrarte con él en un edificio sin ayuda externa tiene dos opciones, o te conoces al dedillo las patrullas para ir noqueando enemigos hasta conseguir lo que buscabas o, de lo contrario, vas a pasarlo realmente mal. Más aún cuando vienes de una misión en la que hemos enemigos con un cuchillo en la mano y sin tener la necesidad de atarlos, ha campado a sus anchas durante media partida.

63 Days

Una experiencia desafiante, pero no imposible

Por suerte, dentro de lo complicado que es 63 Days, el juego hace varias concesiones para equilibrar un poco el permanecer en mapas enormes cargados de enemigos patrullando. Los conos de visión de los enemigos, activados al pulsar sobre ellos o pulsando en un punto concreto para remarcar quién podría verte si te mueves allí, son cortos y ofrecen cierto margen de maniobra para echarte al suelo o salir por patas antes de que suene la alarma.

Su inteligencia artificial puede llegarles a jugar una mala pasada si tenemos a todos los personajes armados y creamos una trampa para que acudan cayendo como moscas, pero más allá de ser una opción totalmente viable, muchas veces la alarma provocará más problemas que soluciones.

Al final, sigue saliendo más a cuenta tener la partida guardada cada dos por tres y acudir ahí cuando no veas otra salida.

Una experiencia diferente amparada en el género de la estrategia

Hay veces que un entorno familiar puede convertirse en un verdadero campo de minas del que es difícil salir ileso. En 63 Days, las circunstancias que nos propone la Segunda Guerra Mundial harán que tengamos que valernos por nosotros mismos para sobrevivir en un entorno sumamente hostil. Con un acertado uso de los recursos narrativos y jugables, Destructive Creations consigue ofrecernos una experiencia de gran ritmo y fluidez, manteniendo las intrigas propuestas hasta el último momento, y valiéndose de distintos escenarios amparados en el uso de la materia gris donde cometeremos algunos errores asociados a la desesperación y la presión ante la necesidad de sobrevivir.

Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de PC facilitada por PR Outreach.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí