Air Twister

SEGA siempre ha sido una compañía que ha hecho énfasis en el arcade y en las recreativas. Durante los años 80, de hecho, sus mejores juegos estaban destinados al segmento de las recreativas y, de entre todos los desarrolladores, en esta época empezó a sobresalir un nombre: Yu Suzuki, un referente y un ejemplo a seguir para todas aquellas personas creativas que buscan hacerse un hueco en una industria, la de los videojuegos, tremendamente competitiva.

Después de un periodo de prueba en el que se editó Champion Boxing (1984) co-desarrollado con otra leyenda de la compañía como Rieko Kodama para la primera consola de SEGA, el verdadero golpe en la mesa fue Hang-On (1985). Escasos meses después aparece otra recreativa más reconocible todavía: Space Harrier (1985), una obra que puso de manifiesto la libertad creativa en su máxima expresión, trasladándonos a una suerte de set de ciencia ficción que propone unos intensos minutos de acción sobre raíles en una adictiva experiencia.

Una experiencia que también podemos ver en su propuesta más reciente, Air Twister, un nuevo shooter sobre raíles en el que asumimos el papel de la Princesa Arch para ayudarla a defender su planeta natal, AIR, de la invasión a gran escala de Vanguard.

Una ráfaga de riffs y frenesí

Se crea así un universo en el que hay que saber mirar y cada pantalla y cada nueva secuencia nos asoman un poco más a él, porque quedarse solo en la superficie sería un error. Hay riqueza arquitectónica, paisajística, animal, militar incluso, que nos habla y nos dice cómo se vive en este entonces. Sí, solo dura una hora y no tiene muchos más modos más allá de la aventura principal, pero el querer superar nuestra puntuación y el placer de jugarlo porque sí, porque está hecho para eso, hará que volvamos a él más de una vez; eso y el superarlo en sus distintos niveles de dificultad.

En una amalgama de inspiraciones que terminan por dibujar un título de lo más reconocible, Air Twister ofrece una jugabilidad que es la habitual en juegos de esta corte, de manera que controlamos a nuestra protagonista a lo largo de escenarios totalmente guiados mientras masacramos enemigos de manera similar a lo que hacemos en otros juegos.

Eso sí, más nos vale no quedarnos quietos, pues como en todo buen shooter seremos asaltados por hordas de enemigos de gatillo fácil que tampoco dudarán en estrellarse contra la protagonista si tienen ocasión. Un ritmo frenético que permanece intacto de principio a fin. Por suerte no es difícil cogerle el truco al juego, y antes de que nos demos cuenta estaremos enganchados a su jugabilidad sin freno. Otra cosa es ya que logremos pasárnoslo, pues como era de esperar goza de la clásica dificultad tipo arcade.

De la misma forma, el diseño general del juego continua el particular estilo marcado por otros títulos amparados en el mismo género, con una estética que hoy en día llamaríamos «vaporwave». Escenarios coloridos de aspecto extraño y poblados de toda clase de criaturas fantásticas, lo que básicamente es como adentrarnos en lo mejor de la estética de ciencia ficción del pasado.

Espectacularidad y belleza en los combates aéreos

Space Harrier fue una revolución en su época, qué duda cabe. Un excelente shooter que marcó el camino a seguir a otros títulos posteriores. Un joven Yu Suzuki demostró con este título que tenía muchas ideas que aportar a la industria del videojuego, lo cual hemos podido comprobar durante las siguientes décadas. Parte del triunfo de Air Twister se debe a que es un alumno aplicado que ha estudiado a sus hermanos mayores.

Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de Nintendo Switch facilitada por PR Hound.

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