La transición de la figura del detective recto y lleno de ideales en contra del crimen, que nos llevó desde Sherlock Holmes y sus metáforas como Sherlock Hound de Miyazaki, por poner tan sólo un ejemplo sin citar las referencias de Disney, hasta los detectives rotos e incluso corruptos del film noir en la animación, no es fortuita. Es el resultado de escritores y directores que se enamoraron de este género y decidieron llevarlo a ese otro mundo que creaban con sus trabajos dentro de los dibujos animados.
Al parecer, para ellos fue imposible no identificarse con el héroe (y algunos más con los villanos) o no rendirse ante la fragilidad y fortaleza que se observa, como un voyeur, a través del filme noir en el corazón de los personajes que intervienen en estas historias; mismos que reflejan más allá de la utopía del prístino defensor de la ley, situaciones más mundanas y cercanas a la realidad.
Culpables de encontrar cierta fascinación en estas películas, es grande la lista de artistas que han imaginado y se han arriesgado por amalgamar diferentes formas de entretenimiento con el filme noir. Ya sea como temática, referencia, deconstruyendo sus elementos, para transformarlos en algo distinto o jugando con ello e incluso usando los videojuegos, solamente como recurso narrativo necesario para plasmar algunas de estas historias.
Sombras y luces en Wilderness
Chicken Police: Into the HIVE! cumple con su cometido de ser una carta de amor al género noir más clásico, con sus estereotipos y convencionalismos que esperamos y deseamos en una obra de este tipo. Encarnamos a dos gallos detectives que están a punto de entrar en los suburbios de los insectos para destapar una conspiración mundial mientras se enfrentan a sus demonios internos
Así, nos involucramos en una trama en la que no faltarán la investigación y arte del subterfugio. Sonny, detective, deberá acudir a sus antiguas amistades para encontrar pistas, y se topará con un mundo demasiado imperfecto y poco honesto, con lo que deberemos apostar por nuestra propia forma de hacer las cosas y desafiar cuestiones morales. Por supuesto, no faltarán personajes sin los cuales una historia noir no puede definirse como tal. El antiguo y fiel compañero que encarna lo correcto y honorable, y quien nos ayudará en nombre de la amistad. La seductora femme fatale con la que nuestro hombre tendrá una atracción peligrosa.
La red de traiciones y mentiras que, aunque predecibles, mantendrán la tensión. Dicho de otra manera, Chicken Police: Into the HIVE!, en blanco/negro o a todo color, es una oda a la violencia, a la épica, a la carne y a la sangre. Donde todo es crudo, donde todos son rudos, donde todas son bellas y donde todo es posible.
Una ambientación viva con recursos animalescos
A la hora de crear una obra noir, la ambientación es vital y The Wild Gentlemen ha sido muy consciente de ello. Con una puesta en escena llena de animales antropomórficos, nos encontramos en una ciudad que sentimos tan viva como sucia. Tanto los escenarios como la multitud de personajes no jugadores nos transmiten la sensación de una urbe sumida en la desigualdad social, el vicio y la corrupción. La pobreza de los barrios bajos nos golpeará en la cara con su miseria, sobre todo si venimos con el recuerdo de otros magnates que han construido su imperio con sangre ajena. Y en medio nosotros, rastreando figuras que nos enredan en asuntos donde nuestro sentido del deber nos convertirá en ese (anti)héroe necesario.
Cabe destacar también la estética estilo años 40 de los mismos personajes, a través de la cual se cumplen los convencionalismos que hacen identificar a Chicken Police: Into the HIVE! como un juego noir a simple vista. De la misma manera, la banda sonora, con una colección de diversos temas de jazz, pone el broche de oro en una obra consciente de su identidad, si bien algunos temas se acaban haciendo repetitivos.
El noir clásico que queremos
Al final del todo, Chicken Police: Into the HIVE! es una radiografía de la realidad, la expresión de un pueblo. En este caso, el reflejo de la realidad cotidiana de los años 40, contemplada a través de los criminales y detectives; la cual ha trascendido, no sólo a las notas en el periódico, las novelas, los cómics, o al cine realizado con actores, sino a su sublimación gradual hacia el mito, consolidado sin duda, por la construcción del mismo a través de una aventura en la que llevaremos a cabo diferentes investigaciones e interrogatorios.
Puede ser que el concepto no sea apto para todo tipo de jugadores, puede incluso ser repudiado por el público adulto y dicotómico que no perdona ese abandono del componente psicológico, pero lo que es un hecho es que la desarrolladora de marras, aferrada al concepto de transficcionalidad desde sus primeros compases, ofrece un auténtico recital de autoría y un sentido y adaptado homenaje al sempiterno cine negro.
Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de PC a través de Steam facilitada por PressEngine.