Los shoot’em up o lo que siempre hemos llamado de forma coloquial por estos lares, matamarcianos, es un subgénero de los videojuegos de acción que con el transcurrir de los años se fueron de nuestras vidas casi sin que nos diéramos cuenta. Al principio de los tiempos encontrábamos juegos como Space Invaders o Asteroids, pero luego vinieron propuestas que empezaron a primar por encima de todo los reflejos y la memorización de rutinas durante fases enteras. De este modo, las pantallas se llenaban de disparos que debíamos esquivar a toda costa sin parar de disparar.
Es en esta época cuando comenzaron a proliferar franquicias como Raiden, Galaga o R-Type que crearon un mito, transformando este subgénero y muchos de sus juegos en puro disfrute para los aficionados. Si bien, ocurre también que otras propuestas cayeron en el olvido, contando con un lanzamiento reducido que en muchas ocasiones se limitaba al país del sol naciente. Propuestas como Cotton, una saga nicho que siempre ha tenido como seña de identidad que todos sus personajes, ya sean los héroes o enemigos, tengan un aspecto sumamente desenfadado. O encantador, como prefiráis llamarlo, algo que este Cotton Reboot!, una puesta al día de un gran clásico, reivindica en todo su esplendor.
Lo que está claro es que fue una de las partes responsables de acuñar una nueva etiqueta que le va como un guante de seda forjado en hierro: cut’em up, el subgénero más cuqui en la historia del videojuego y que otros shooters dotados de la misma dirección artística, como Parodius, han sabido emular con mucha soltura.
El poder de lo cuqui
Arrasa con lo que veas y generoso no seas. Parafraseando esta utopía pirata, Cotton Reboot! es un shoot’em up de desplazamiento horizontal que subraya con mucho acierto el valle de la desesperación en un escenario imposible, cuando el cambio parece imposible y nuestras posibilidades de victoria brillan por su ausencia. Es una obra tremendamente exigente que busca de forma desesperada una solución a nuestra soledad interior enfrentándonos a una fuerza imparable.
Por suerte, no estamos faltos de recursos en esta contienda sin fin, pues a medida que vamos progresando en los niveles van apareciendo unos cristales de distintos colores que, en función de los mismos, pueden proporcionarnos un puñado de mejoras que podemos utilizarlos a placer, lo cual establece en Cotton Reboot! un proceso de dirección estratégica que amplifica nuestras habilidades a los mandos y que no reside tanto en el hecho de disparar sin ton ni son, una marca distintiva que está presente en la mayoría de sus congéneres.
De la misma manera, el título que nos ocupa añade una serie de mecánicas que van más allá de una apariencia totalmente remozada. Una característica que nos permite multiplicar de forma considerable las puntuaciones obtenidas y que pone de manifiesto cierto grado de individualidad para fomentar la competitividad, pero siempre con límites.
La importancia de la accesibilidad y jugabilidad
De un tiempo a esta parte, es importante asumir la eliminación de barreras y el avance en la accesibilidad en todos los campos como un reto. En muchos aspectos, Cotton Reboot! funciona de manera muy similar al 90% de los juegos del género, y eso implica tanto muchas de sus virtudes, como el placer que supone disparar contra cientos de enemigos al unísono, como los posibles defectos, en este sentido, una dificultad excesiva que alarga la experiencia de juego, que podemos completar en aproximadamente una hora, más allá de la propia rejugabilidad.
Sin embargo, la gente de Rocket Engine Co. Ltd. se ha esforzado mucho en presentar un puñado de añadidos que facilitan mucho las cosas, puesto que a pesar de que el juego de marras ofrece un alto grado de perfeccionismo que nos lleva a aceptar desafíos abordando la autoexigencia, esta no acaba imponiéndose, enamorando así por su diversión y su explosiva jugabilidad en esta lluvia de disparos.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PlayStation 4 facilitada por PR Hound.