Los juegos de ralies son todo un submundo dentro del género de la velocidad y rara es la consola que no ha tenido en gran medida varias propuestas que a lo largo del tiempo han experimentado una evolución dramática. Tanto es así que, desde finales de los años 80, han sido muchos los títulos que nos han invitado a acelerar, frenar y maniobrar por caminos pedregosos y deslizantes. Un auténtico placer que se ha manifestado por medio de simuladores sumamente realistas, precisos y por qué no, frustrantes, como también en forma de espectaculares títulos off-road donde los derrapes, la agresividad y los reflejos dictan quién gana la carrera. Hay para todos los gustos.
Por ejemplo, Dakar Desert Rally, título desarrollado por la gente de Saber Porto Ltd, nos permite vivir la emoción de la carrera de rally más larga del planeta. A este respecto, por medio de la mayor aventura todoterreno desarrollada hasta la fecha, ofreciendo desafíos únicos para los más apasionados de la simulación y una acertada puerta de entrada para los menos puristas.
Un desafío para aquellos que parten
Desde los más profundos desiertos del norte africano hasta los exigentes caminos sudamericanos, el Rally Dakar ha transitado, a lo largo de su historia de cuatro décadas, escenarios extremos, capaces de llevar al límite las sensaciones de los participantes y el público. La competencia de Rally Raid más importante del planeta se ha transformado en un desafío único y, por ese motivo, cada inicio de año el Dakar atrae la atención de millones de espectadores de todo el mundo que viven, se apasionan y disfrutan de esta cita.
El desafío Dakar, que toma su nombre de la capital de Senegal, surgió entonces en el continente africano como una alternativa para aficionados amantes de los desafíos extremos, y luego ha ido evolucionando a gran escala, apoyada en una prolija organización, en la multiplicación y profesionalización de los participantes y en el interés que comenzó a despertar entre los fanáticos.
Y aun cuando su recorrido ha variado a lo largo de los años, ya fuera por motivos políticos o publicitarios, durante las primeras ediciones la salida se producía en París y la llegada en Dakar, capital de Senegal. De ahí el nombre original “Rally París-Dakar”.
Un Dakar más abierto
Dicho de otra manera, el Rally Dakar es un evento de enormes proporciones, un campeonato de alto octanaje y de alto riesgo que forma parte de nuestra historia y que reúne a los mejores pilotos y vehículos del mundo con el fin de enfrentarlos a los tramos más desafiantes de la tierra. En cada prueba, los pilotos corren por carreteras abiertas y cerradas al tráfico, por toda la región y en múltiples etapas que son cronometradas con el objetivo de completarse en el menor tiempo posible.
Y juegos como este Dakar Desert Rally nos somete a las más extremas condiciones y dar lo máximo para triunfar. El Rally Raid videolúdico más exigente del mundo demanda mucho más que capacidad técnica para conducir, porque los parajes son por lo general inhóspitos. Parajes cargados de arena y dunas, la esencia más genuina de este rally.
Por ende, y a diferencia de los demás deportes de motor, no hay lugar para el error. Si bien la gran mayoría de campeonatos se llevan a cabo en circuitos cerrados, Dakar Desert Rally se desarrolla sobre peligrosas etapas, estén como estén en ese momento, que suelen tener paredes de roca a un lado y precipicios al otro, a menudo a cientos de metros. En pocas palabras, un paso en falso y se puede tener una larga caída.
Un sueño para quienes se quedan.
En Dakar Desert Rally, conducir no debe ser muy diferente a hacerlo con un coche de rally real, solo que sin peligro de hacerse daño. De hecho, nada más hacernos a los mandos de esta propuesta que puede ser inclemente con los novatos y perfeccionar nuestras capacidades a base de ensayo y error, somos testigos de cómo lanza un mensaje de realismo a través de un modo carrera que pone a prueba nuestro ingenio, dando las herramientas necesarias para construir una carrera de ralis desde cero.
Porque para convertirnos en el campeón del mundo, también es necesario que pongamos nuestras miras en un aspecto tan fundamental como descuidado por algunas desarrolladoras desde tiempos inmemoriales. Nos referimos, por supuesto, al copiloto y sus indicaciones, algo a lo que muchas veces el jugador no presta la atención que estas merecen, pero que es algo que puede marcar la diferencia, especialmente para aquellos acostumbrados a seguirlas y a no mirar el mapa. En resumen, las diferentes etapas que disputamos en el modo trayectoria representan una modalidad que adopta más el punto de vista del equipo y no tanto el del piloto.
Y aunque es cierto que no se disfruta tanto de esta propuesta si no se es sabedor de dicha competición, la grandeza de sus legendarios coches y pilotos, Dakar Desert Rally es un más que agradable paseo en forma de claves sencillas mientras disfrutamos de sus coches adaptados para la competición, de sus derrapes, de sus espectaculares saltos, de su conducción en los límites de dunas y precipicios buscando arrancarle ese segundo al cronómetro.
Al final, eso es lo que diferencia el éxito del fracaso a medida que levantamos nubes de nieve, polvo o arena.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PlayStation 4 facilitada por Honest PR.