Casi desde que nacemos, nos incitan a perseguir la autonomía absoluta. Con la excusa de labrarnos un buen futuro –y, por qué no, un buen renombre–, a la larga nos instruyen en el arte de la competitividad, ya que, supuestamente, nos salva en casi cualquier ámbito de la vida. Pero puede llegar un punto en el que no queramos entrar en ese juego y prefiramos emprender y crear nuestro propio negocio. Porque donde hay patrón, no manda marinero.
Y tomando esta máxima al pie de la letra, nos echamos al mar en Drill Deal – Oil Tycoon, un título que nos ofrece el puesto de jefazo de una plataforma petrolífera, con todo lo que conlleva situarse en la piel de un empresario novato que debe empezar a poner en marcha esta actividad comercial. Ahora este comercio se estrena en PlayStation y Xbox, tras haber dado el salto con anterioridad a Nintendo Switch y PC.
La cadena de producción al alcance de un clic
Como recién llegados al negocio del petróleo, poner en marcha la maquinaria y equipamiento necesarios no será tarea fácil. Entender el funcionamiento de una perforadora o una refinería puede costar menos de lo que creemos, ya que en cuanto nos hagamos al intuitivo menú conseguiremos avanzar bastante rápido. Pero comprender la esencia de la cadena de producción del petróleo nos costará alguna que otra pérdida de presupuesto.
Sin embargo, con los conocimientos técnicos no llegaremos a ninguna parte, puesto que todavía falta algo de vital importancia para la correcta gestión de esta planta: buscar empleados cualificados. Iniciarse en las contrataciones será uno de los primeros pasos que nos veremos abocados a llevar a cabo para favorecer la producción. Pero, si queremos tener éxito en nuestra partida, habrá que mirar detenidamente cada curriculum vitae para analizar las fortalezas de cada candidato con el fin de organizar óptimamente a la gente y maximizar los beneficios.
Aun así, la productividad laboral no se basa única y exclusivamente en los puntos fuertes de cada persona; hay que perseguir su bienestar. Por ejemplo, si no tiene cubiertos unos cuidados como son el hambre, el sueño y el entretenimiento, podríamos tener una baja, primero laboral y, a la larga, quién sabe si mortal. Para evitar un fatal desenlace, será preciso crear edificios de descanso, restauración y entretenimiento que fomenten unas rutinas adecuadas y compatibles con los turnos de trabajo de la empresa.
Porque, sí, hablamos de turnos laborales en plural debido a que las tareas deberán estar cubiertas tanto de día como de noche, o de lo contrario veremos mermado nuestro rendimiento. Y aquí empieza la rueda de aumentar las contrataciones para impulsar la producción para fomentar el crecimiento de ingresos, una labor en la que, como en todo, deberemos empezar a rodar para obtener valores positivos en lo que a costes y beneficios se refiere.
Intercambios equivalentes como clave del éxito
Para favorecer el aterrizaje en la plataforma petrolífera y evitar que perdamos más dinero (y tiempo) de la cuenta, Drill Deal – Oil Tycoon se estructura mediante distintos niveles en dispares escenarios que traen consigo una serie de objetivos, principales y secundarios, para dominar las mecánicas del juego. Desde el número de empleados o la producción de un determinado producto, hasta la eliminación de amenazas tales como piratas o minas en los alrededores, todo va encaminado a situarnos entre tanto mar de dudas. Aunque, por supuesto, también se habilitará un nivel sin misiones, en el que podremos crear este tipo de planta con total libertad.
No obstante, lo que disparará los ingresos será los vínculos trazados con diversas compañías que necesitan nuestra materia prima. Los tratos rápidos, llevados a cabo una vez por día, nos vendrán bien para recuperar pequeñas pérdidas, pero son los contratos a largo plazo lo que realmente nos permite prosperar y elevar exponencialmente las ganancias. Estos pactos con empresas consisten en un intercambio a partir del cual recibiremos una determinada cantidad de dinero por una cantidad determinada de nuestra materia. Aumentará en función del volumen del trueque y será válido durante 4 días, pudiéndose extender o ampliar las condiciones una vez este finalice.
Al mismo tiempo, la satisfactoria superación de todos los contratiempos y la diligencia con la que llevemos a cabo las transacciones harán subir la reputación de nuestra empresa, así como el nivel de la plataforma a medida que se vaya mejorando su equipamiento. En cuanto a esto último, una suerte de árbol de habilidades pauta nuestro progreso al ir desbloqueando mejoras en las condiciones y contratación de los empleados, nueva maquinaria o mejoras de los edificios existentes.
Pelillos a la mar
En el vasto mundo empresarial, saber cómo despuntar en relación a la competencia es lo que nos mantiene a flote. Y Drill Deal – Oil Tycoon nos invita a probarlo a partir de variopintas ubicaciones que nos empujan hacia una adaptación constante a nuevos ambientes y situaciones en las que el ensayo y el error, pese a resultar inevitable, solo nos llevará al fracaso. Por suerte, a medida que avancemos en los escenarios propuestos, el tiempo de aprendizaje disminuirá considerablemente –ya que el concepto básico es el mismo, solo que se va extendiendo–, por lo que lograremos mayores beneficios en un menor período de tiempo.
A pesar de no ser una propuesta muy sostenible, el negocio de Drill Deal – Oil Tycoon sigue estando a la orden del día si nos paramos a pensar lo dependientes que somos aún a día de hoy de los combustibles fósiles. Y lo que tampoco podemos negar es la extensa cadena de producción y logística que implica cualquier proceso comercial, por minúsculo que sea, y que se esconde en cada transacción, compra y consumición.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PlayStation y Xbox facilitada por Ultimate Games.