El escudero valiente

La humanidad siempre ha empleado los relatos como una manera de conocerse mejor y de intentar dar una explicación a los misterios de la existencia. Desde los inicios de la narrativa hasta ahora, hay una serie de estructuras que se han ido repitiendo a lo largo de los años y que encontramos en todo tipo de medios, incluidos los videojuegos. Entre ellas, la más famosa es el viaje del héroe, cuyas etapas pueden aplicarse a prácticamente cualquier tipo de historia.

Se trata de una disposición más o menos fija en la que seguimos al protagonista, quién dirige la acción y focaliza el relato, y que fue definida por el profesor y antropólogo estadounidense Joseph Campbell a mediados del s. XX. Tras haber estudiado los mitos e influencias de diversas culturas, Campbell estableció un esquema común que solía seguirse siempre, un mito único que es una de las formas narrativas más antiguas del mundo.

El punto de partida es simple: en él siempre encontramos a un héroe al que se le ha arrebatado alguna cosa o que siente que le falta algo en la vida, motivo por el cual comienza una aventura extraordinaria para recuperar lo perdido o encontrar algún tipo de elixir.

La Historia es la lucha entre el bien y el mal

Por supuesto, este monomito se sigue aplicando en la actualidad y llegó a encontrar un nuevo filón en la industria audiovisual. Y si no, que se lo digan a propuestas como El escudero valiente, una propuesta que sigue las mágicas aventuras de Jota y sus amigos, todos ellos personajes de cuento que descubren un mundo tridimensional más allá de las páginas de su libro. El malvado Gruñonzón se percata de que es el malo del cuento, destinado a perder la batalla contra las fuerzas del bien por toda la eternidad, y expulsa al valeroso Jota de sus páginas cambiando la historia para siempre.

Jota debe enfrentarse a retos que jamás imaginó para salvar a sus amigos de las fuerzas oscuras de Gruñonzón y restablecer el final feliz del cuento.

Una de las mejores cosas que puedo deciros sobre El escudero valiente es que lo que decía su desarrolladora, All Possible Futures, era verdad. No solo cuesta cansarse de jugarlo, sino que siempre estás deseando saber qué es lo próximo que vendrá a continuación. No es corto para ser un juego de este tipo, y además no hay parte del juego que esté más descuidada que otra. El juego es una brutalidad en todos los sentidos, y demuestra el buen hacer de la desarrolladora antes nombrada.

Dicho de otra manera, la grandísima imaginación que tiene El escudero valiente a la hora de plantear sus escenarios es uno de los elementos más sólidos del juego. Como somos muy pequeñitos, lo veremos todo desde abajo, y tendremos mucha capacidad de interacción con nuestro entorno. La dirección de arte, totalmente desatada, presta atención incluso a los detalles más nimios, y nunca dejará de sorprendernos con inspiradísimas reimaginaciones de objetos cotidianos. Además, una serie de minijuegos, diferentes en cada fase, nos alejarán un poco de la dinámica habitual del juego para sacar nuestro lado más competitivo. 

Con muchísima imaginación, humor y maestría de diseño

Una de las claves del éxito del juego está en las roturas de patrón, o dicho de otra forma, en la introducción de mecánicas jugables que no te esperas, que cambian el ritmo, y que debes aprender a manejar para continuar. Lo bueno del título de All Possible Futures es que resulta difícil encontrar una situación mejor que otra. Estoy cansado de ver juegos que meten un montón de experiencias, pero la mayoría resultan poco más que regulares.

Sin embargo, El escudero valiente hace lo más difícil: lograr la excelencia en cada momento de juego. Ese para mí es uno de sus grandes logros y una de las razones por las que será recordado este magnífico videojuego. Son cien juegos en uno: una absoluta barbaridad.

¿Y la dificultad? Lo cierto es que no es un juego complicado de superar. Existe un selector de dificultad, sí, pero nada que nos pida mucha habilidad a los mandos. Y otra cuestión: ¿se puede rejugar? Digamos que una aventura bastante cerrada, que una vez completada no ofrece un aliciente especial, aunque hay algo que os llamará la atención.

Como podréis comprobar, se ha aplicado mucha dedicación en la producción del videojuego. En lo artístico no tengo que decir otra cosa que es impresionante, empezando por el aspecto del protagonista. Si bien hay partes algo más descuidadas, el trabajo gráfico es encantador, con una altísima variedad cromática. Esto es algo que contribuye a aportar un toque de variedad al periplo: nunca he tenido la sensación de haber pasado por el mismo sitio. Eso en una aventura de este estilo es todo un logro. Cada decorado es único y a veces hasta suponen un auténtico espectáculo para la vista.

Una obra mimada en todos sus apartados

Al final del todo, El escudero valiente es un videojuego puro, que hace uso de multitud de mecánicas distintas para presentarnos una fórmula equilibrada y sorprendente en todo momento. A lo largo de sus aproximadamente 6-7 horas de duración (comprendidas en unos diez episodios), no deja de aportar nuevos escenarios, enemigos, aliados, poderes diversos para Jota y compañía y toda una retahíla de escenas jugables inolvidables. Puedo afirmar sin temor a equivocarme que se trata de una de las grandes sorpresas de este año 2024 y una obra imprescindible para todo aquel que quiera descubrir un título original y que nos dejará huella.

Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de PC facilitada por Cosmocover.

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