Los 80 no es una serie basada en la nostalgia de una época; es una historia de decisiones, descubrimientos e invenciones que cambiarían el futuro más allá de lo que sus propios protagonistas podrían llegar a pensar. La mezcla de avances tecnológicos, los excesos, el glamour y la ostentación, combinados con los cambios históricos a nivel global dieron comienzo a la sociedad en la que vivimos hoy en día.
Una de las principales contribuciones de la década que nos ocupa fueron las pistolas de munición infinita, tiros y explosiones ya en los títulos de crédito. Así eran los héroes de acción: músculos y mucha violencia para unas historias que de ninguna manera podían ser más complicadas que un cuaderno de rubio. Los malos, por su parte, siempre eran muy malos; y los buenos siempre unos caballeros prestos a salvar a la doncella, unas veces una inocente rubia, y otras una incauta muchacha de estética ciberpunk.
Todo era muy sencillo, y los mensajes tan claros como directos. En este sentido, Fury Unleashed se siente como un homenaje al género de acción, iniciando un camino de batallas incomparables en forma de un divertido roguelite. Uno en el que los héroes evolucionan con mejores combos en cada muerte y con una jugabilidad que emula aquellos maravillosos “run and gun” (es decir, plataformeo y acción desenfrenada disparando a todo lo que se mueva) de los años 80-90, al más puro estilo Metal Slug y Contra.
Un homenaje a los héroes de acción de los 80 y 90
Después de todo, la obra desarrollada por la gente de Awesome Games nos mete, literalmente, en las viñetas de un cómic de acción venido a menos y nosotros somos Fury, el héroe de esta franquicia ilustrada. Nosotros, convertidos en héroes de acción, tenemos que colaborar con el dibujante con el fin de devolverlo a sus días de gloria, recordando a nuestros seguidores más acérrimos por qué las décadas anteriormente nombradas fueron algunas de las más icónicas.
Algo que sorprende muchísimo la primera vez que te pones a los mandos de Fury Unleashed es lo tremendamente bien que funciona y responde todo. El control es prácticamente perfecto y siempre tendremos la sensación de controlar a la perfección y al milímetro cada una de nuestras acciones, algo a lo que también ayudan unas físicas de salto especialmente buenas.
Gracias a esto se ha conseguido que una vez en batalla todo dependa de nuestra habilidad, ya que no hay ningún tipo de factor externo que pueda fastidiarnos o ponernos trabas adicionales. Si morimos va a ser únicamente nuestra culpa, lo que nos animará a intentar cada batalla una y otra vez hasta que nos alcemos victoriosos, ya que Fury Unleashed tiene una asombrosa capacidad para picarnos y retarnos. A nadie le gusta ser aplastado por un enemigo y sentir que el juego le ha derrotado, especialmente cuando los controles funcionan tan bien y las mecánicas están tan cuidadosamente estudiadas, por lo que antes de que nos demos cuenta estaremos totalmente enganchados con su propuesta.
La muerte tiene su recompensa
Procedural. Pro-ce-du-ral. Suena casi castizo. Una palabra eminentemente anglosajona nos resulta más cómoda de enunciar que procedimental. Ya no digamos «de generación automática o algorítmica», porque estaríamos enfocando solo hacia parte del concepto. Procedural, dicho a lo bruto, es cuando creas un algoritmo que genera contenido aleatorio en base a unas directrices.
La generación procedural, como hemos visto, no es infinita, pero sí lo suficientemente amplia como para que esos árboles no nos dejen ver la finitud del bosque. Todo depende del nivel de profundidad en el que nos hayamos sumergido.
Y juegos como este Fury Unleashed se las arreglan para dar cierta retórica al evolucionar las diferentes fases que recorremos mediante una serie de eventos aleatorios y no por medio de un guión fijo y encriptado. Después de todo, se trata de una propuesta de aparente sencillez y desafío que hace gala de un delicado balance entre riesgo y recompensa, así como un endiablado sistema de dificultad que nos reta constantemente por medio de una actitud muy obstinada. Desde luego, Awesome Games Studio supo cómo crear una obra que nos sigue obligando a niveles similares con dificultades añadidas.
Y aunque es posible que el juego de marras pueda desbordarnos durante los primeros compases, por la cantidad de elementos que atesora y que hay que tener en cuenta para alzarnos con la victoria en cada encuentro, a tal punto que puede alejarnos de nuestra zona de bienestar, no es menos cierto que sus mecánicas suscitan el interés suficiente como para seguir.
El todo es más que la suma de sus partes
Al final, Fury Unleashed es un juego que no solo tiene un apartado audiovisual con una personalidad desbordante y un atractivo único, sino que también es un título con una jugabilidad prácticamente impecable y con unos desafiantes jefes finales de primer nivel que nos deparan algunas de las batallas más intensas, locas y divertidas que hemos jugado en los últimos años.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PlayStation 4 facilitada por Meridiem Games.