El terror de los videojuegos ha ido evolucionando desde que surgió hasta lo que es ahora. En la época dorada, el género era mucho más lento y calmado. Los sustos se preparaban poco a poco y el miedo era diferente; mucho más sutil y dejando más margen de imaginación al jugador. Pero hubo dos títulos que se volvieron virales y cambiaron esta tendencia: Slenderman y sobre todo Amnesia: The Dark Descent.
Con estos dos juegos llegó el terror de los sustos. El miedo de saber que un monstruo horrible puede estar escondido en cualquier parte y nos va a asustar. Este parece ser el rumbo que actualmente está tomando la industria, con grandes ejemplos como Outlast o Layers of Fear. Un miedo directo y rápido, con mucha más tensión para el jugador.
Aun así, el miedo es algo completamente personal. A algunos os asustarán los sustos, a otros el terror psicológico. A otros los desmembramientos y la sangre y a otros sentir cómo un objeto punzante se os acerca a los ojos. El miedo es algo subjetivo, que varía según cada persona. Por eso es tan rico.
Y si no, que se lo digan a propuestas como Garten of Banban, un compendio de aventuras de terror claramente inspirados en Five Nights at Freddy’s en el que los jugadores deben descubrir el misterio de la Guardería de Banban, cuyos empleados desaparecieron de un día para otro, y las coloridas mascotas del lugar parecen tener algo que ver. A lo largo de las sucesivas entregas evoluciona una historia repleta de sobresaltos y narrativa ambiental.
La guardería del terror
Euphoric Brothers vendió Garten of Banban como una especie de survival horror y, para ser sinceros, cumple bastante bien en lo que a la ambientación se refiere: Contrastes de escenarios claros y oscuros, sonidos que nos mantienen en tensión y una continua sensación de incertidumbre. Pero, a pesar de todo esto, el juego no consigue explotar todo su potencial, ya que no llegan a ser aventuras de terror por completo y no consigue hacer que avances con miedo debido a los obstáculos demasiado simples a los que nos enfrentamos.
Y es que, Garten of Banban, no está hecho para que nuestro protagonista lo pase demasiado mal. La dificultad es simple y los puzles que se nos presentan para ser resueltos y así poder avanzar pecan de ser demasiado sencillos. Con unas cuantas mecánicas más, este podría haber sido un juego muy prometedor del género del survival horror.
Dicho de otra manera. El juego es perfectamente consciente del decorado que ha recortado y pintado para nuestros ojos, y se le nota concentrado en accionar cada palanca y mover cada foco en perfecta coordinación para que la experiencia sea fluida, con un ritmo que no decae y un mundo sin puntos ciegos en el que además se han preocupado mucho de no lanzarnos sustos fáciles a la cara y que sea la atmósfera macabra la que plante la semilla del pánico en nuestro cerebro. Quizá su problema esté justo ahí, en lo que mejor hace: parece tan pendiente de los artificios y las sombras chinescas que se olvida un poco del resto.
La prueba es que los puzles son los mismos de hace una década —reúne las piezas, pon un contrapeso, mueve esa silla— y la mecánica es mucho más difusa de lo que parece en un principio. Evitar a los monstruos a base de moverse y esconderse es solo una exigencia ocasional, y a medida que uno se aprende la gestualidad propia del juego se da cuenta de que la mayoría de veces ese tono amenazador, ese sonido de un cuerpo arrastrándose y ese «ay, ay, ay» no son más que los petardos de un niño en el patio de luces.
Explora el inframundo del jardín de infancia
Al final, Garten of Banban es un recopilatorio con una historia y una premisa muy interesante, somos un adulto intentando descifrar lo ocurrido en un jardín de la infancia custodiado por un puñado de monstruos, pero la manera en la que se ha llevado a cabo el juego no ha sido la mejor: Controles algo toscos, historias demasiado cortas, no crea verdadero terror… Pero sin duda es un buen juego para echar una tarde si se es fan de este género.
Este análisis ha sido realizado gracias a varias claves digitales de Xbox Series X|S facilitadas por Feardemic.