Bajo el manto de la noche, a buen resguardo de la luz solar, pero con la iluminación noctámbula de la luna, se desplazan misteriosas figuras. La gente ignora los verdaderos peligros de caminar por las oscuras calles, donde no solo moran los gatos callejeros. Dependiendo del ángulo de visión pueden parecer humanos, pero su naturaleza es diferente. Poseen largos colmillos y se alimentan de sangre, por lo que nadie está a salvo del ataque de un vampiro. Como en otros medios artísticos, el videojuego ha reflejado a esta figura tan extendida en el acervo cultural de la sociedad actual, una creencia que nació antes del siglo XVII, pero que se extendió y se popularizó más adelante.
Cuando uno piensa en vampiros y videojuegos, el primer nombre que surge es el de Castlevania. La saga de Konami, muy popular desde su estreno en los años ochenta, no solo destacó por la calidad de sus juegos, sino también por el hecho de haber creado todo un género, el de los metroidvania. La compañía japonesa, despegada de sus años dorados, ha posado su mirada en otras áreas de negocio, de modo que la marca ha quedado relegada a un segundo plano, al igual que Silent Hill o Metal Gear Solid. En cualquier caso, eso no significa de ninguna manera que se hayan dejado de diseñar juegos de vampiros.
Una reflexión sobre la libertad y la predestinación
Tanto es así que la gente de Crystal Dynamics, creadores de Tomb Raider, probaron suerte con un juego muy diferente de lo que habían hecho hasta entonces. Sin perder su enfoque narrativo, crearon Legacy of Kain™ Soul Reaver, una aventura con vampiros, poderes, combates vibrantes y un sistema de progresión en el que vamos adquiriendo habilidades a medida que se va desarrollando la partida. Una aventura que puedes vivir en soledad, pero conforme avanzas en el mundo te das cuenta que eso en realidad no es así, siempre hay alguien ahí. En este título se rompen algunos de los esquemas o corsés establecidos desde hace décadas, vinculados a la imagen del vampiro.
Dicho de otra manera, el universo creado por el estudio de desarrollo es sumamente interesante, apoyándose para ello en mitos clásicos sobre estas criaturas de la noche y dando como resultado un trasfondo muy rico que apasionará a cualquier aficionado a estas criaturas. Pero más importante que el propio guión es la narrativa, la cual se desarrolla en la tierra de Nosgoth y que a excepción de los enemigos que la pueblan, tiene en su haber personajes con su propia historia, relaciones sociales y personalidad.
A día de hoy he perdido la cuenta de cuántas veces he recorrido este mundo, perdiéndome en sus pasillos mientras recorro un mundo que lentamente ha descendido a la oscuridad, un mundo que se marchita y solo contemplamos los vestigios de un reino alguna vez glorioso que ahora ha sucumbido, en el que no queda nadie, y los pocos seres con los que nos encontramos son seres que en su mayoría están sumidos en una profunda oscuridad, que recorren este mundo al igual que nosotros y que por mucho que nos esforcemos no podemos salvarlos a todos, algunos buscan lo mismo que nosotros.
Legacy of Kain™ Soul Reaver no es solo un juego, es una experiencia, un aprendizaje constante y un desafío que nos asusta hasta que nos damos cuenta que el poder para conquistarlo siempre ha estado en nuestras manos.
Entre la realidad del deseo y la ficción de satisfacción
Una de las cosas que hacen tan maravilloso a Legacy of Kain™ Soul Reaver, es que no importa la cantidad de horas que te lleve terminarlo o cuantas veces recorras esos pasillos, siempre hay un secreto escondido, esperando para ser descubierto. La obra que protagoniza estas líneas es una gran conexión entre escenarios que sin importar donde te encuentres siempre terminan formando el camino de regreso a los nueve Pilares de Nosgoth, un oasis que nos hace sentir un poco más seguros después de pasar por lugares llenos de horrores y violencia.
Cuando hablamos de Legacy of Kain™ Soul Reaver, hablamos de un mundo único, tejido con finas telas que se entrelazan para formar un todo, hablamos de una narración que ha capturado a miles de personas, encerrándolas en un poso repleto de incógnitas y secretos, hablamos de una metáfora gigantesca sobre cómo existimos, el afán de poder y su capacidad para corromper, y sobre todo, acerca de la predestinación.
Amy Hennig decidió hace mucho tiempo traspasar su percepción de la vida, a la “vida” de unos personajes fantásticos creados en base a sus ideas, entregó su pensar a miles de códigos que gradualmente se transformaron en el juego con el cual muchos fanáticos se han deleitado, presentándola a nuestros ojos como una espectacular creación interactiva, que perdurará en nuestra memoria por siempre.
Legacy of Kain™ Soul Reaver era (y es) soberbio en todos y cada uno de sus aspectos, una lucha constante donde el triunfo nos genera una satisfacción y una felicidad que es difícil de describir. Un momento de gloria que nos enseña que se puede seguir adelante sin importar lo que pase. Y si bien en lo visual es hijo de su tiempo, la experiencia de juego y su trama argumental lo posicionan justamente como uno de los mejores juegos de la década y una de las experiencias de entretenimiento más influyentes de la historia.
Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de PC a través de Steam facilitada por Sandbox Strategies.