Por muchos es sabido que FIFA, con cada nueva versión, se posiciona en un olimpo que comparte con Super Mario, Pokémon, Call of Duty, Minecraft o GTA. Es decir, es un pilar del mundo de los videojuegos y una máquina de hacer dinero para EA Sports. Sin embargo, existe una disciplina donde el dominio se le resiste desde hace tiempo, aun cuando décadas atrás, la realidad era otra bien distinta.
Tanto es así que aun a día de hoy, son incapaces de hacer frente al dominio absoluto que tiene la gente de 2K Sports y Visual Concepts en el mundo del baloncesto con la saga NBA 2K. La saga hecha hegemonía de la NBA y que año tras año logran realizar una iteración más completa que la anterior, mejorando a pasadas entregas de la serie, añadiendo miles de nuevas animaciones y reconstruyendo sistemas para ofrecernos la mejor experiencia virtual.
Dicho de otra manera, NBA 2K es uno de los videojuegos deportivos que cuentan con un mayor número de jugadores, tanto profesionales como, especialmente, aficionados, y esta última iteración, NBA 2K23, apuesta por un juego ofensivo de ritmo rápido, ofreciendo partidos divertidos con una buena cantidad de canastas sin cesar que hará que muchos nos lo pasemos en grande.
Desde luego, las sensaciones cuando estamos jugando son muy positivas en lo que a los movimientos de jugadores se refiere, siendo muy naturales y ofreciéndonos por momentos la sensación de que estamos viendo por la televisión un partido real, con los jugadores deslizándose de forma natural por la cancha y haciendo todo tipo de movimientos de forma suave.
Pequeños cambios marcan grandes diferencias
Al final, este NBA 2K23 es un juego muy divertido dentro de la cancha, que abraza el juego ofensivo para ofrecer espectáculo, partidos vibrantes y muchos encestes, aunque también creemos que se trata de una entrega con un punto menos de simulación que en ocasiones anteriores, lo que no es necesariamente malo ni mucho menos, ya que vamos a poder disfrutar de encuentros épicos en cada partida, con una sucesión de contraataques, oportunidades, interceptaciones en el último momento y anotaciones, muchas anotaciones que celebrar cuando las encestamos.
Pero más allá de los distintos ajustes y modificaciones a nivel jugable que vemos en NBA 2K23, que además añade nuevas animaciones para ofrecer movimientos más plásticos, menos bruscos y más naturales, Visual Concepts también ha retocado los modos de juego para brindar una mejor experiencia. Son retoques que, en líneas generales, no son demasiado llamativos, pero que sirven para dar un mejor conjunto a todos los niveles.
Comenzando por los más populares: Mi Carrera, que incluye la más completa narrativa de toda la saga, y los cambios en La Ciudad, que con el paso del tiempo se ha convertido en algo similar a un videojuego de mundo abierto. Por suerte, a veces, tener menos cosas es mejor que tener más cosas, y en esta nueva edición se ha apostado por un mundo virtual algo más reducido. Concretamente, se ha potenciado una ciudad que está viva y que palpita, incluyendo un buen número de personajes con los que interactuar.
El éxito de Michael Jordan
¿Qué hace que un atleta se convierta en el más importante de todos los tiempos? Sus logros personales, sus logros de equipo, y el impacto que tuvo para la NBA y la generación que tocó conmover.
Nunca en la historia del deporte un jugador tuvo más impacto que Michael Jordan en Chicago Bulls. El genio de North Carolina fue heredero de una época de leyenda en la que Larry Bird y Magic Johnson eran insignia. Y fue el símbolo de la explosión de la NBA como producto globalizado y expansivo: no sólo se trataba de lo que pasaba en el propio lugar sino de lo que se desparramaba a lo largo y ancho del mundo a través de la televisión satelital.
Jordan fue, quizás, el único superhéroe de carne y hueso que jamás defraudó dentro de una cancha de básquetbol. De hecho, si Michael Jordan quería hacer cine, sólo podía hacer de Michael Jordan. Hasta su agente lo sabía. Pero Jordan era una estrella de la pantalla: de los anuncios de la Super Bowl, el mayor espectáculo audiovisual de los 90.
Por lo demás, la leyenda de Michael Jordan comenzó el 26 de marzo de 1982, cuando anotó la canasta con la que el equipo universitario de North Carolina consiguió derrotar al de Georgetown. Antes de aquella canasta “solo era” un jugador con una increíble velocidad llamado Mike Jordan. A partir de ese momento, todo el país le puso nombres y comenzaron a llamarlo Michael Jordan.
Como gran reclamo de esta última iteración, NBA 2K23 nos ofrece una guía de como entender a la leyenda, su historia de triunfo dentro del Basket, el que es considerado como el mejor jugador de baloncesto de la historia, su importancia dentro del star system estadounidense. Una guía compuesta de 15 retos jugables, desde sus partidos en la Universidad hasta su última canasta. Además, estos retos cuentan con un sistema de filtros con el fin de recrear la experiencia televisiva de los años 90, así como la presencia de varias estrellas que formaron parte de cada uno de estos momentos.
El cambio es lo único que permanece
Existe una tendencia a crear experiencias monolíticas que basan su vocación de perdurabilidad en el mantenimiento, pero la vida, y por tanto el mundo del videojuego, es cambio, y prepararse para hacerle frente, es la mejor formar de asegurar la perdurabilidad. No existe un método eficaz de evitar el cambio. Y aunque NBA 2K23 es un buen juego de baloncesto, se limita a evolucionar de manera tibia lo visto y disfrutado durante el último año con la anterior entrega. Hay cambios, sí, pero nada disruptivo que nos sirva para llenar titulares.
En resumidas cuentas, NBA 2K23 sigue siendo el mejor juego de baloncesto en el mercado, aunque si no te gustó su propuesta en otras ocasiones, aquí no encontrarás el gran cambio a mejor que estabas esperando.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de Xbox Series X|S facilitada por 2K España.