No More Heroes 3

En un sentido general, el absurdo es aquello que carece de sentido, a menudo porque implica alguna forma de contradicción. El absurdo es paradójico en el sentido de que no puede ser captado por la razón. Un aspecto importante del absurdo es que este no se limita a situaciones particulares, sino que abarca la vida como un todo. Para ejemplo paradigmático, el de Goichi Suda, o Suda 51, como se le conoce en todo el mundo, un desarrollador con carisma y personalidad.

Y aunque no es menos cierto que sus juegos pueden ser mejores o peores, más o menos acertados desde un punto de vista conceptual, todos gozan de identidad propia. Dicho de otra manera, estos poseen un estilo propio y único, que se caracterizan por estar influenciados y, en ocasiones rendir homenaje, a sus proyecciones o géneros favoritos, sobre todo los del celuloide. No More Heroes 3 no es una excepción a esta regla, pues significa mucho más que el mero lanzamiento de una nueva producción de la primera industria cultural del mundo.

La última obra de Goichi Suda escapa nuevamente de lo que habitualmente vemos en la industria, muy dominada por esquemas de éxito que se repiten hasta el hartazgo, con el fin de ofrecernos una aventura de acción en tercera persona irreverente, sucia y a la vez disfrutable. Una aventura en la que tendremos que volver a desempolvar nuestra fiable Beam Katana para ascender a la cima.

La guerra de los mundos

Las historias relacionadas con la invasión de la Tierra por parte de fuerzas alienígenas provenientes del espacio exterior es uno de los temas más antiguos y básicos de la Ciencia Ficción. Esta perturbación de la vida cotidiana de la humanidad –o su equivalente del futuro– puede tener lugar a gran escala en historias como La Guerra de los Mundos (1898) de H.G. Wells, pero más a menudo se trata de un asunto puramente doméstico en el que la presencia alienígena es geográfica y temporalmente limitada.

Visitantes de otros mundos o del lejano futuro a menudo son utilizados por el autor como instrumentos narrativos: observadores imparciales que juzgan los pecados y manías de nuestra sociedad. Y como ejemplos de esta modalidad podemos meter perfectamente al juego que protagoniza estas líneas, puesto que el legendario asesino Travis Touchdown tiene que ascender a la cima de la Clasificación galáctica de superhéroes para pararles los pies al malvado Príncipe FU y a sus diez subordinados procedentes del espacio exterior, que han llegado para conquistar la Tierra.

Análisis de No More Heroes 3

¿Acaso se necesita una razón para patearles el trasero?

La violencia como entretenimiento

Ahora bien, si Suda 51 es capaz de algo en sus obras es de dar no solo un presente y una historia que contar a sus personajes, sino también de enmarcarlos en un contexto, darles un trasfondo a sus motivaciones y lograr que no nos dejen indiferentes. Que esto no os lleve a equívocos. La trama de No More Heroes 3 es más simple que el mecanismo de un botijo, pero también se ve como algo vivo que se desarrolla de forma constante. No es algo estrictamente predefinido.

Lo que está claro es que Goichi Suda hace lo que quiere en este No More Heroes 3: juega con el color, recicla planos, reinventa escenas… y lo mezcla todo hasta dar con lo que iba buscando. Todo esto aunado con una violencia totalmente explícita, con baños de sangre que, a veces, rozan el absurdo y conducen a la risa. Una violencia que, amenizada por la banda sonora, un combate frenético con el que vivimos la acción de los Hack and slash (aunque sin revolucionar la fórmula), y cargada de juegos de contraste, resulta atractiva, estética. ¿Puede la violencia ser algo divertido? ¿Dónde está el límite?

Análisis de No More Heroes 3

En este punto, no es lo mismo disfrutar de un juego en el que la violencia se representa como una realidad, de forma muy cruda, a hacerse a los mandos de una propuesta en la que la violencia no es más que la excusa para el entretenimiento. Y No More Heroes 3 forma parte de este segundo grupo.

La autorreferencialidad del lenguaje

Se habla de autorreferencia, o de metaficción, metacine, metapintura… cuando, por medio de diferentes artificios técnicos, una obra se reconoce a sí misma y origina una paradójica estructura de recurrencia que comprende un antinatural bucle o efecto de rebote. Al reconocerse y nombrarse a sí misma, la obra interrumpe, con un determinado fin, la lógica establecida.

No More Heroes 3 es uno de los casos más recientes de la autorreferencia, pues no solo destaca por sus hilarantes chistes o por su curioso aspecto gráfico, sino por la cantidad de situaciones que salen dentro de él. Y aun cuando sin un jugador conocedor de tales recursos, reflejado en ellos, estos carecen de sentido, convirtiéndose en una piruleta sino están justificados por determinados contextos culturales o idiosincrasias autorales, no deja de ser una obra que puede ser disfrutada en su faceta más experimental.

Análisis de No More Heroes 3

Sí, su mundo abierto hace aguas por todos lados y los encargos que tenemos que llevar a cabo (necesarios para conseguir pasta para las peleas de Clasificación) solo ralentizan nuestro ascenso a la cima, pero al final, esto no es más que una fantasía, una ficción con la que disfrutar. A veces no es necesario cuestionar estas cosas, debemos, sencillamente, disfrutarla.

Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PC facilitada por Meridiem Games.

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