Los desastres naturales forman parte de nuestro pasado, presente y futuro. Determinan nuestra realidad en muchos niveles: desde el económico a la manera de relacionarnos con el entorno. La pregunta no es si sucederá un desastre natural, sino cuándo.
Y cuando una población determinada recibe una alerta de situación de emergencia, puede reaccionar de tres maneras diferentes:
- Con una actitud positiva de colaboración, vigilancia y autodefensa. El grado de preparación previa de la población, su experiencia en situaciones similares anteriores y la forma correcta de transmitir la alerta son factores determinantes que favorecen esta forma de comportamiento. En cada zona expuesta a un riesgo determinado, sus habitantes han creado mecanismos de respuesta que pueden ser de carácter cultural, psicológico o técnico y que influyen en la reducción de los daños. La gravedad de las consecuencias de la catástrofe es mayor cuando la sociedad carece de estos mecanismos.
- Con actitudes del tipo de “eso no puede pasarme a mí”, negándose a creer las informaciones sobre el peligro inminente y a tomar las precauciones y seguir las instrucciones que se les recomiendan. Por ejemplo, es frecuente encontrarse con personas que se niegan rotundamente a abandonar su vivienda amenazada por una inundación o por un incendio forestal.
- Con reacciones de pánico provocadas, en muchos casos, por la difusión alarmista de informaciones contradictorias o deformadas. Puede provocar injustificadas evacuaciones masivas espontáneas y desorganizadas que pueden ser más peligrosas que el riesgo del que se alerta.
El ser humano y los desastres naturales
Project Planet – Earth vs Humanity, un juego de estrategia en tiempo real desarrollado por Fifth Harbour Studios que nos transporta a un futuro no demasiado lejano donde la humanidad se enfrenta a la extinción, pone de manifiesto las actitudes que adoptará la población, desde la intensidad del efecto sorpresa, pasando por una forma de impresión extrema de vulnerabilidad y el instinto de supervivencia.
De esta manera, el juego que protagoniza estas líneas nos propone elegir entre dos bandos: el propio planeta Tierra o la humanidad. En el caso de que escojamos el planeta del sistema solar, tendremos que hacer todo lo que está en nuestra mano para eliminar a la humanidad usando desastres naturales como meteoritos, erupciones volcánicas o virus. En cambio, si escogemos a la humanidad, nuestro objetivo será sobrevivir a los ataques del planeta o bien encontrar una forma de sobrevivir o fracasar en el intento.
Independientemente del bando que escojamos, Project Planet – Earth vs Humanity se desarrolla por medio de un sistema de turnos, donde cada jugador (o IA) tiene un tiempo límite para realizar sus acciones a través de una aplicación móvil. Del mismo modo, cada turno se divide en tres fases: la fase de preparación, la fase de acción y la fase de resolución. En la fase de preparación, los jugadores pueden construir, recolectar, investigar o explorar. En la fase de acción, los jugadores pueden usar desastres naturales, armas, habilidades especiales o negociar. En la fase de resolución, los jugadores pueden ver los efectos de sus acciones y las reacciones del planeta Tierra y de los demás jugadores.
Situaciones de catástrofes
Con todo esto, Project Planet – Earth vs Humanity nos enseña cuan importante debe ser la relación entre el ser humano y la Madre Tierra, una interacción que debe evolucionar de forma significativa. Después de todo, la mejor inversión consiste en identificar las debilidades del sistema y repararlas antes de que se produzca el fenómeno.
Debemos construir y reforzar nuestras estructuras antes, para minimizar el daño, debemos responder con efectividad durante, para salvar vidas, y debemos salir unidos después, para recuperarnos.
Este texto ha sido realizado gracias a una clave digital de PC facilitada por PressEngine.