Desde aquel primer videojuego de La Guerra de las Galaxias en 1982 hasta el día de hoy, los fans de Star Wars han podido disfrutar de una enorme variedad de juegos de acción (Star Wars Jedi Knight: Jedi Academy), estrategia, carreras (STAR WARS Episode I Racer) y hasta rol, como el memorable KOTOR, que en la actualidad sigue estando considerado como uno de los mejores (sino el mejor) de toda la saga. La pasión por este universo de ciencia ficción es tal, que obviamente, siempre hay ganas de seguir explorando sus mundos imposibles y de revivir sus grandes batallas espaciales en nuestros PC y consolas.
STAR WARS: Episode I: Jedi Power Battles no llega a las cotas de calidad de estos imprescindibles legados sobre la lucha galáctica entre el bien y el mal, y tampoco supone poner el pie en nuevos territorios. Sin embargo, la obra que protagoniza estas líneas fue un entretenimiento francamente bueno, con un apartado jugable sumamente variado, aunque no falto de imprecisiones y, en definitiva, una propuesta que hizo las delicias de los fans de la saga cinematográfica.
Una propuesta que ha regresado este 2025 por medio de un relanzamiento para consolas actuales, algo que los fans de la franquicia de marras saben muy bien, y que trae consigo todos los contenidos originales, además de un sistema de control totalmente revisado, uno de los puntos más criticados del original.
Un arma noble, para tiempos más civilizados
¿Cómo afrontamos un videojuego que en su momento nos hizo sentir como auténticos maestros Jedi pero que ahora adolece de problemas y fallos de diseño evidentes? Es una pregunta difícil. STAR WARS: Episode I: Jedi Power Battles fue y sigue siendo un título que ofrece diversión a raudales, sobre todo gracias a su modo cooperativo, y es igualmente válido como entretenimiento ahora en 2025 como lo fue en 2000. Pero esos casi 25 años que han pasado entre su lanzamiento y su remasterización actual como novedad pesan mucho.
Es lógico, sobre todo cuando tenemos en cuenta que se ha avanzado mucho en la construcción de mundos en tres dimensiones, y que, por cuestiones técnicas y lógicas, muchos de estos juegos envejecen más rápido si los comparamos con otros ejemplos más recientes. Hay que tenerlo en cuenta cuando nos lancemos a jugar con él, ya que os avisamos, el salto es grande.
A grosso modo, STAR WARS: Episode I: Jedi Power Battles es un juego de acción en tercera persona, en la que nos enfrentaremos a golpe de sable láser tanto a droides de la Federación de Comercio como toda clase de criaturas alienígenas en una campaña en solitario de unas diez fases (más cuatro fases más que se desbloquean nada más terminar el juego), inmersos en una historia de progresión totalmente lineal pero fiel al universo Star Wars y en la que podremos ir mejorando las habilidades de nuestro héroe de manera progresiva.
El miedo es el camino hacia el lado oscuro
STAR WARS: Episode I: Jedi Power Battles es hijo de su tiempo, de una manera tradicional de plantear los videojuegos que quizás ahora nos parezca tosca o poco cuidada, pero nunca está de más conocer de dónde venimos y qué tipo de elementos han desaparecido para bien o para mal de las recetas más habituales y conocidas de los actuales desarrolladores.
Tanto es así que, desde los primeros compases se hace más que evidente que STAR WARS: Episode I: Jedi Power Battles es un juego algo irregular en algunos apartados, haciendo evidente la falta de pulido en algunos aspectos que un proyecto de estas características, que a día de hoy, nunca debería dejar al azar. Por ejemplo, el sistema de combos es bastante mejorable, y en lugar de invitar al jugador a mejorar en su dominio del sable láser, el juego premia el machaque de botones y el caos en lugar de una aproximación al sistema de combate ajustada y eficiente.
En la misma línea, los enfrentamientos con jefes finales se pueden resolver de manera más que discutible, haciendo que no nos sintamos cómodos en enfrentamientos confusos y totalmente faltos de lógica.
Concéntrate en el momento; siente, no pienses.
Con todo esto, hay bastante que pasar por alto a STAR WARS: Episode I: Jedi Power Battles para poder disfrutar de sus virtudes, ya que nos encontramos ante uno de esos juegos cuyas bases conceptuales y artísticas prometían un título inolvidable, pero al que la falta de pulido en temas tan importantes como los controles, la jugabilidad, el diseño de mecánicas o la programación de la IA, dejan al usuario con la sensación de que el juego podría haber dado bastante más de sí.
Sin embargo, y aunque nos encontramos ante un juego de contrastes, el título que nos ocupa se mantiene como un título de acción muy entretenido y con detalles realmente interesantes para cualquier fan de la saga galáctica, en el que destaca por encima de todo un apartado artístico que ha sabido leer muy bien los elementos que han hecho grande a la saga de George Lucas.
Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de PC facilitada por Sandbox Strategies.