Tales of the Neon Sea

Un mundo dominado por máquinas que esclavizan a los humanos como fuente de energía. Un sistema robótico que adquiere consciencia propia y decide destruir todo vestigio de la raza humana. Un planeta que se enfrenta a la rebelión de las máquinas, que no aceptan la humillación a las que las somete la especie humana. La ciencia ficción nos ha dado argumentos de sobra para creer que el conflicto humano-máquina acabará mal. ¿Tiene razón? ¿Es hora de destruir nuestros dispositivos móviles y luchar por un mundo sin tecnología?

Demasiadas preguntas para que nadie tenga la respuesta. Todo lo que tenemos son predicciones, más o menos agoreras, y ese imperturbable sentimiento, quizá un poco alentado por Hollywood, de que, al final, todo acabará saliendo bien.

En la actualidad, las predicciones sobre las relaciones robot-humano se concentran en dos grandes grupos con multitud de matices. Unos, optimistas, auguran un futuro feliz para el hombre, en el que las máquinas nos liberen del trabajo duro y podamos dedicarnos al ocio y la creatividad. Otros, pesimistas, aseguran que la revolución industrial actual no tiene precedente y no somos conscientes de los desafíos que tenemos delante. Los más optimistas proponen un gran pacto social para crear una sociedad más feliz.

Sea como fuere, al final todo depende de cómo seamos capaces de adaptarla a nuestro mundo. Confiemos en que sea en nuestro beneficio. Porque si ponemos nuestras miras en obras como Tales of the Neon Sea, disponible desde el pasado 21 de abril en formato físico (Normal y Coleccionista), el futuro no es que sea demasiado alentador. Un futuro en el que la gente de YiTi Games y Thermite Games nos propone un escenario donde los robots autoconscientes y los seres humanos conviven en el mismo mundo, y aunque tratan de apoyarse mutuamente para sobrevivir las crecientes tensiones y la desconfianza entre ellos son una constante de un tiempo a esta parte.

Habilidad reflexión

Tales of the Neon Sea comienza sin concesiones hacia el espectador que busque algo espectacular. No se toma demasiado tiempo para prepararse, y en apenas unos segundos de breve y francamente sobria presentación nos planta ante lo que va a ser nuestro periplo durante toda la aventura: Un buen puñado de puzles y rompecabezas que son tan fáciles de entender como difíciles de dominar. Esa es una de las claves de los grandes videojuegos de este perfil, y en ese sentido la desarrolladora de marras ha hecho un gran trabajo.

Nos lleva de la mano en esta aventura un expolicía metido a detective, de esos de gabardina y sombrero, y que va a ser nuestro mejor enlace en un ejercicio narrativo muy interesante que nos hace atravesar los restos de distintas culturas para hacernos reflexionar sobre la condición humana y la inteligencia artificial. Este recurso tan habitual, el de hacernos pensar sobre algo a través de los diferentes escenarios que exploramos y los puzles que tenemos que resolver, funciona aquí realmente bien, y sin llegar a sorprender sí que sirve para estimular nuestra forma de pensar sobre la trascendencia del ser humano, la inteligencia y vivencias de seres artificiales y muchos otros temas de lo más interesantes.

Todo ello en un guion bien escrito y francamente interesante. Un guion que sitúa sobre la mesa ciertos dilemas filosóficos de manera más explícita dentro de sus propias mecánicas y desarrollo del universo ficcional.

Rompecabezas narrativos

Es obvio que hay elementos comunes con, por ejemplo, Portal, en el sentido de que ambos títulos se fundamentan en un híbrido entre pensar en profundidad y actuar con habilidad. Siempre agradecemos la frescura de un género que, por desgracia, no se prodiga tanto como nos gustaría en los últimos tiempos, pero si además está afrontado desde un punto de vista tan rico y sorprendente como el de este caso el placer es doble. Y es que lo mejor de Tales of the Neon Sea es, por supuesto, su capacidad para hacernos pensar, y no solo por poner sobre la mesa preguntas metafísicas a las que nos va a costar dar respuesta, sino también por sus propias mecánicas jugables.

Todo comienza con sencillos puzles que se pueden resolver casi a modo de minijuegos, pero pocos minutos después algunos comenzaran ya a hacer que nos rasquemos la cabeza y así progresivamente hasta que los últimos sean una verdadera locura.

Ética e inteligencia artificial en la robótica: un debate abierto

Si eres fan de los videojuegos de rompecabezas cuesta no entusiasmarse con todo lo que nos propone Tales of the Neon Sea. No es único, de acuerdo, pero tiene suficiente carácter y personalidad para ser una propuesta sumamente bien recibida, y su inyección amparada en la distopía futurista le da un toque fenomenal a la experiencia. Si te apetece reflexionar y, al mismo tiempo, superar ligeros desafíos de habilidad, la propuesta que nos ocupa es para ti.

Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de PlayStation 4 facilitada por Tesura Games.

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