La acción contra el cambio climático ha llegado a la primera plana de los telediarios y es un motivo de preocupación para millones de ciudadanos, y muy particularmente, las nuevas generaciones. Paralelamente, el activismo medioambiental ha alcanzado cuotas de seguimiento y popularidad desconocidas en los últimos años.
Más allá de la eclosión del movimiento ecologista de los últimos tiempos, el estudio de la relación de los seres vivos con su entorno y la defensa de su valor en el ámbito político cuenta con décadas de historia, o siglos, en el caso de sus precursores. Conocer más acerca de sus orígenes puede ser valioso para analizar los movimientos actuales.
Un buen punto de partida es hablar de los términos “ecología” y “ecologismo”. Aunque se trata de dos conceptos relacionados que a menudo actúan de la mano, es importante comprender la diferencia entre la ciencia de la ecología y el movimiento social y político al que llamamos ecologismo. Por una parte, la ecología es la ciencia que estudia los seres vivos como habitantes de un medio, y las relaciones que mantienen entre sí y con el propio medio.
El ecologismo, por su parte, es un movimiento sociopolítico preocupado por la protección del medioambiente. Si bien existen algunas interpretaciones que sitúan antecedentes previos, lo común es mencionar los años 60 y 70 como inicio de la historia del movimiento ecologista. Un movimiento que obras como Terra Nil se toman muy en serio, ofreciéndonos un complejo juego de estrategia medioambiental cuyo objetivo es transformar un páramo desolado en un ecosistema próspero y equilibrado.
Terra Nil, una oda a la naturaleza
Un juego en el que tenemos que proteger la biodiversidad garantizando el mantenimiento de hábitats naturales que se han visto completamente desolados y no sobreexplotando los recursos. Después de todo, el título desarrollado por la gente de Free Lives nos recuerda constantemente que el funcionamiento de los ecosistemas de los que dependemos para obtener alimentos y agua dulce, para disfrutar de buena salud y de espacios de esparcimiento y para estar protegidos frente a catástrofes naturales está basado en la diversidad biológica. Tanto es así que su pérdida nos afectaría cultural y espiritualmente, siendo todo ello esencial para nuestro bienestar.
En este sentido, Terra Nil nos enseña por medio de sus mecánicas las políticas de protección y gestión de la biodiversidad, las cuales se deben enfocar desde una perspectiva de gestión integrada, centrada en los procesos biofísicos determinantes de la integridad ecológica de los ecosistemas, tanto dentro como fuera de los espacios protegidos, y en la puesta en valor de la biodiversidad como elemento clave para el impulso de modelos de desarrollo sostenible.
Dicho de otra manera, la obra que protagoniza estas líneas es un juego que trata sobre la transformación. Un juego con una perspectiva isométrica en el que es indispensable usar los mejores conocimientos para con la conservación y uso sostenibles de la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas; proteger, conservar y restaurar la naturaleza reduciendo sus principales amenazas; y movilizar los recursos financieros de todas las fuentes para alcanzar los objetivos de conservación de la biodiversidad.
La restauración ecológica, clave para la recuperación de ecosistemas degradados
A día de hoy existe un enorme consenso en que ya no es posible mantener la biodiversidad del planeta en un nivel aceptable exclusivamente por medio de la conservación selectiva de zonas prioritarias. Además de aumentar los esfuerzos de protección y conservación y cambiar nuestra forma de vivir, necesitamos restaurar hábitats y procesos ecológicos.
Así, la restauración ecológica ha sido reconocida por múltiples sectores como una herramienta fundamental para revertir la degradación generalizada de los ecosistemas y garantizar el suministro de bienes y servicios ecosistémicos, así como aumentar la resiliencia de los ecosistemas y seres vivos al cambio climático.
Una herramienta que Terra Nil porta con mano de hierro, ofreciendo un desarrollo en el que la restauración ecológica cobra una importancia crucial, marcando enormemente la forma en que podemos revertir nuestro impacto sobre la naturaleza, y poniendo freno a la destrucción de nuestra biodiversidad y paisajes, al mismo tiempo que nos adaptamos a las consecuencias del cambio climático.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PC facilitada por Cosmocover.
