Vivir sin arrepentimientos no es tarea fácil. Son muchas las cosas que a lo largo de la vida se convierten en fardos pesados y que tienden a provocarnos sentimientos de culpa. Cuando miramos atrás y hacemos un rápido recuento de las decisiones de vida que hemos tomado, quizá ahora, revalorándolas desde otra perspectiva, nos damos cuenta de que nos equivocamos y esto nos genera grandes dosis de ansiedad y, por supuesto, de arrepentimiento.
Sin embargo, vivir en el pasado, culpabilizando constantemente todas nuestras acciones (o por lo que no hicimos y debimos hacer) es algo tan inútil como una danza india para llamar la lluvia. Después de todo, lo que hacemos con nuestro “yo interno” es culpabilizarlo y recriminarle porque podía haber hecho las cosas de otro modo. Y es cierto, teníamos otras opciones pero en este punto, debemos comprender que nuestro “yo interno” no es perfecto, que se equivoca, y que tiene tantos temores e indecisiones como un niño pequeño. Por ende, más que gritarle, deberíamos comprender en qué nos hemos equivocado.
Ahora bien, ¿qué pasaría si pudiésemos vivir una vida sin arrepentimientos y en la que no salieran a flote todas nuestras inseguridades? Una vida compuesta únicamente de ideales. Porque eso es lo que nos proponen obras como The Caligula Effect 2 y el mundo en el que se ambienta este: Redo. Un mundo ficticio compuesto a base de música y que está pensado para “salvar” a la gente de las cosas de las que se arrepienten en su pasado, encerrándolas en una suerte de simulación.
En otras palabras, preparaos para vivir atrapados en una vida de estudiante en una simulación que no parece tener fin y para afrontar vuestros traumas en The Caligula Effect 2.
La importancia del vínculo emocional con las personas
Desde siempre, el ser humano ha tenido la necesidad de comunicarse con los demás, de expresar pensamientos, ideas, emociones, de investigar, saber, obtener información creada, expresada y transmitida por otros. Esto nos lleva a plantearnos qué papel desempeña este tipo de vinculación social para que todos nosotros lo desarrollemos a lo largo de nuestra existencia. Parece que, efectivamente, es una forma de relación que tiene una función adaptativa muy importante: favorece la supervivencia de la especie humana, puesto que mantiene próximos y en contacto los unos con los otros. Es como
La persona se vincula con las figuras de apego porque le proporcionan seguridad emocional, le hacen sentirse aceptada, protegida y con los recursos emocionales y sociales necesarios para su bienestar. Y aun cuando en la actualidad, las relaciones entre los seres humanos tienen un nuevo espacio donde generarse, nuevos espacios de intercambios informativos, esto no afecta a nuestra psicología y a la forma de relacionarnos con nuestros iguales.
Aunque los combates por turnos y las mazmorras son una constante en The Caligula Effect 2, los vínculos sociales, también conocidos como Causality Link, son una mecánica de juego importante que ya hacía acto de aparición en la primera entrega de la serie y que comparte ciertas reminiscencias con la saga Persona. Una mecánica que nace con varios personajes que conocemos a lo largo de la aventura y que, de manera casi mágica, se convierten en seres imprescindibles en nuestro día a día. Mediante nuestras acciones, comenzamos a formar una relación entre iguales que nos otorga la satisfacción de compartir experiencias, sentirnos seguros y confiar en alguien sin fisuras.
La música como elemento evasor
Suena una canción en la radio y, de repente, te trasladas a un momento concreto del pasado, igual que si te introdujeras en una sofisticada máquina del tiempo. La música tiene un poder evocador tremendo. De hecho, muchos momentos importantes de nuestra autobiografía se archivan ligados a melodías concretas. Cuando el ritmo y la rima de una canción acompañan a un recuerdo, este se almacena de manera mucho más vívida en nuestro cerebro. Eso implica que no solo recordamos dónde estábamos, sino también con quién y lo que sentíamos exactamente. Casi como si fuera ayer.
En The Caligula Effect 2, la música juega un papel predominante. No solo a nivel jugable, dado que cada canción tiene un efecto principal en el fragor de los combates. También va mucho más allá de ser un elemento que contribuye a incrementar la autenticidad y la realidad de todo lo que nos rodea. En este caso, asume un rol mucho más expresivo en lo narrativo, gozando de ese poder inexplicable que hace que los diferentes personajes que componen la aventura se rían, lloren, sientan ira, paz… En definitiva, que se emocionen.
Al final, de todos los poderes que pueda tener la música, la obra desarrollada por la gente de historia Inc y FURYU Corporation atesora el más grandioso de todos: el de evocar. Evocar situaciones, lugares, personas…
Evadir no es solución si no el problema
Porque para ellos, la vida actual es una aventura estresante, un viaje cada vez más acelerado a ninguna parte que a menudo termina desbordando. Y para lidiar con los problemas cotidianos – y aquellos no tan cotidianos – muchos ponen en práctica diferentes estrategias de afrontamiento como la música. Dicho de otra forma, para todos los habitantes de Redo en The Caligula Effect 2, la música es como un salvavidas. Un libro para el optimismo que en cambio puede salir muy costoso, dado que la realidad no resuelve los problemas, ni los hace desaparecer.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PC para Steam facilitada por Active Gaming Media.
