Cuando conversamos con alguien cara a cara, una buena parte de nuestra atención se centra en los ojos de esa persona, aunque no nos demos cuenta. Esto indica, entre otras cosas, que tienen un gran poder expresivo, permitiendo saber lo que le pasa al otro sin generar ningún ruido. En otras palabras, mirar con otros ojos para entender mejor lo que nos rodea es algo estimulante. Con los ojos estamos llamando al mundo más interior de cada persona, aunque la interpretación de la misma varía según el contexto, ya que a veces podemos verlo como una amenaza y experimentar miedo o angustia.
The Childs Sight nos propone un viaje a través de los ojos de un bebé y la forma en la que estos ven el mundo, uno en el que no existen tabúes, ni estereotipos ni doble moral. No hay nada de esas cosas que inundan la vida y la visión del mundo adulto. Si bien, las fobias infantiles y la ansiedad de separación también forman parte del ciclo evolutivo de los bebés y suelen consumarse cuando la oscuridad es una constante.
La vida a través de los ojos de un bebé
Algunos de esos miedos se manifiestan todas las noches cuando los monstruos de la oscuridad aparecen, ya que esta disminuye nuestro sentido de la vista, sintiéndonos indefensos ante posibles peligros. Además, en la oscuridad, nuestro sentido del oído se vuelve más perceptivo para captar cualquier peligro, lo que hace que magnifiquemos los sonidos y les demos más importancia de la que realmente tienen. Si bien, en The Childs Sight escuchamos muchas cosas a nuestro alrededor que sí son importantes y que llegan a nuestro cerebro incluso si no sabemos que es lo que está pasando. Causan miedo como forma inconsciente de preservar nuestra propia seguridad y se manifiestan a través de sonidos no lineales, ruidos y frecuencias fuera del rango normal.
Lo que sucede a continuación, nada más hacernos a los mandos, se desarrolla en primera persona, pegados a los barrotes de una cuna como único hábitat y con el resto de la habitación envuelta en sombras. Y nuestra principal tarea, la del bebé, es dormirnos sin dejar que lo que hay en las sombras venga y nos mate. La jugabilidad en sí reside en seguir unos patrones sonoros que generan tensión, poca energía, temblores y mucho estrés para así llevar a cabo las acciones pertinentes, desde encender un carrusel de luces hasta encender y apagar una lámpara.
En otras palabras, dichos sonidos rompen las barreras y resistencias, entrando directamente al subconsciente y haciendo florecer aquello que más nos perturba. Y ni siquiera la luz, otrora la aliada del sueño, consigue posicionarse como una defensa absoluta sobre nuestra salud.
La luz y la oscuridad, nuestras eternas enemigas
Hay algo sumamente intrigante y único en The Childs Sight la primera vez que nos sumergirnos en la oscuridad de su mundo. Y aunque la repetición es una cuestión que va cobrando protagonismo a medida que vamos avanzando en la historia, el sonido, el ruido ambiente grabado en cada pasaje, le da cierta personalidad a la obra de HANNMADE Studios, una acertada experiencia en el período neonatal ambientada en la luz y oscuridad de nuestro mundo.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PlayStation 4 facilitada por Forever Entertainment