Durante los últimos milenios la humanidad se ha adaptado, cambiando el ambiente de acuerdo a las necesidades de sus genes y no cambiando sus genes de acuerdo a las demandas del ambiente. Este hecho, que se puede ver en la colonización de los continentes, en la conquista del mar, el aire y el espacio astronómico, pone en relieve la importancia de la evolución cultural dentro de la teoría de la evolución humana.
Sin embargo, el resto de seres vivos evolucionan gracias a diferentes cambios genéticos que después transmiten a su descendencia para así adaptarse al medio en el que viven, y juegos como The Eternal Cylinder, de ACE Team, parten de las adaptaciones de los seres vivos al medio poniendo sus miras en un grupo de adorables criaturas que reciben el nombre de Trebhum. En este caso, para explorar un mundo tan extraño como exótico. Un mundo repleto de formas de vida alienígenas que conforman un ecosistema fascinante y paisajes todavía más surrealistas, si bien, no es oro todo lo que reluce, ya que hay una gigantesca estructura rodante que aplasta todo aquello que se encuentra en su camino y que representa la mayor amenaza de la aventura.
Aun con la percepción de los peligros que subyacen a una extremada preocupación, la exploración y el descubrimiento siguen siendo partes capitales y obligaciones indivisibles que están marcadas por escenarios que cuentan historias, grandes espacios naturales y territorios imaginados. Y nosotros, como jugadores, tenemos que desentrañar todos sus secretos encarnando a uno de los seres anteriormente nombrados.
La adaptación como modo de supervivencia
Ahora bien, no se tratan de unas criaturas cualquiera, porque a pesar de que parten de la parte más baja en la cadena alimenticia, tienen algo que el resto de seres carecen: la capacidad de única de mutar al consumir los consumibles naturales que hay desperdigados por el mundo y que les permite adquirir nuevas habilidades. Son criaturas con una rápida adaptación a los cambios; una fuerza impulsora de la evolución; perfectos mecanismos biológicos que se ajusten a cambios en su entorno mediante modificaciones morfológicas, fisiológicas, conductuales y moleculares, que les hacen más aptos para su existencia.
Después de todo, pasamos de ser unos meros embriones que apenas son capaces de desplazarse con soltura, hasta encajar a la perfección en todos los entornos naturales habidos y por haber. Todo esto mientras una voz en off que crea expectación, suspense e intriga, entre otros. Es la voz que pese a que no comparte el espacio o tiempo del Trebhum (uno de tantos) que vemos en la diégesis, se utiliza de forma adecuada. En otras palabras, denota lo que sucede en la escena sin proceder de ella en sentido estricto, alguien que refiere lo que acontece o va a acontecer, sin que necesariamente forme parte de la acción.
Descubrimiento y exploración
La promesa de visitar mundos totalmente distintos a nuestra realidad en los videojuegos siempre ha sido emocionante, sobre todo cuando somos nosotros, los jugadores, los que tenemos el control. Y creemos que siempre estaremos emocionados al comenzar una suerte de peregrinaje, siempre y cuando hayan historias interesantes en el camino. Por suerte, en la búsqueda del entretenimiento y de respuestas a todos los misterios que nos rodean, The Eternal Cylinder ofrece una experiencia de juego que va cambiando el modo de enfrentarnos a las diferentes situaciones, experimentando con una variedad de ideas y acciones para luego resolver las consecuencias, y haciendo que la sensación de descubrimiento sea constante.
De alguna manera, conectamos con los Trebhum para explorar el mundo que los rodea y para construir su comprensión del mundo a través del juego.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PlayStation 4 facilitada por Cosmocover.