Uno podría esperar que fuese el propio cine americano el que mejor aprovechase el tirón de Psicosis (Psycho), pero lo cierto es que hubo cierta indecisión que solamente aprovecharon títulos de bajo presupuesto, siendo William Castle el que más visión tuvo al respecto, en especial con su Homicidio (Homicidal). Además, poco después surgió el cine gore, lo cual dio pie a infinidad de películas en las que parecía que el principal y casi único interés era mostrar una buena cantidad de escenas sangrientas.
Eso sí, el cine poco a poco fue interesándose más por la figura del asesino real, algo que terminó de dispararse tras los crímenes cometidos por Charles Manson y sus acólitos. A ello había que unir el creciente descontento con motivo de la guerra de Vietnam, algo que el cine de terror americano aprovechó para, entre otras cosas, utilizar a los psicópatas como representantes de esos monstruos ocultos en la América profunda que amenazaban la plácida existencia de los visitantes de la ciudad.
Hooper fue quien mejor supo reflejar eso con La matanza de Texas (The Texas ChainSaw Massacre), una de las mejores películas de terror que recogió la tendencia en alza por aquel entonces y la exprime al máximo para ofrecernos un título prácticamente redondo que aún hoy mantiene toda su fuerza.
El juego del gato y el ratón
En los videojuegos el slasher no ha dejado de estar presente prácticamente desde sus inicios. Ya en la Atari 2600 contábamos con una adaptación de La matanza de Texas y si saltamos a la NES no faltaban Halloween, Viernes 13 (que también cuenta con su propio videojuego multijugador asimétrico) y Pesadilla en Elm Street. Por ende, no es extraño que la mítica franquicia cinematográfica anteriormente nombrada haya regresado a las andadas con un nuevo videojuego.
En este caso, una obra que nos invita a ponernos en la piel de un miembro de la conocida familia Slaughter, o en la piel de una de sus víctimas, en The Texas ChainSaw Massacre: un juego de terror asimétrico en tercera persona que se basa en la icónica película de 1974.
Precisamente, uno de los reclamos más interesantes y conseguidos que nos ofrece esta aventura tiene que ver con la fidelidad que guarda con el material original. Más que eso: se trata de un homenaje en toda regla, respetando tanto las localizaciones originales como las situaciones, los clichés de todo tipo, las armas, las ejecuciones… Se nota que los desarrolladores profesan una gran admiración y respeto hacia este clásico del terror slasher.
Ambientado en escenarios extraídos directamente de alguna de las entregas cinematográficas, el objetivo de la familia Sawyer, una comuna de asesinos caníbales que no tienen ninguna intención de dejar marchar al grupo de amigos que había iniciado la expedición, es dar su merecido a las pobres víctimas potenciales… mientras que, obviamente, lo que deben conseguir el resto de los personajes es salir con vida de la escabechina que se les viene encima. Una tarea nada sencilla debido a que, primeramente, la familia de marras posee una sed de sangre sanguinaria y, lo más importante, una colección de habilidades especiales realmente increíble.
Bien ambientado, entretenido y respetuoso con la película original
Para adentrarnos en esta película de terror podremos hacerlo mediante partida privada o utilizando el matchmaking, asumiendo hasta tres usuarios el papel de supervivientes y otros tres interpretando a los asesinos, viviendo una suerte de fantasía de poder. Pertenecer a uno u otro bando dependerá del azar, ya que, aunque podremos elegir nuestra preferencia desde el menú de configuración, será al comienzo de la partida cuando sabremos el papel que desempeñamos durante la misma.
Por ejemplo, si encarnamos a Leatherface manejaremos a una auténtica bestia que, pese a hacer más ruido que el resto de los miembros de la familia, se valdrá de sus habilidades especiales y gran resistencia para convertirse en una máquina de matar. Entre sus ventajas, podremos generar un terrible pánico en el resto de los jugadores, además de gozar de una enorme fuerza física. El Cocinero, por su parte, tiene como habilidad el poder oír a las víctimas aunque estén lejos y Sissy, aparte de preparar venenos con las plantas, puede perseguir a las víctimas incluso a través de los recovecos en los que los demás miembros no pueden llegar.
En el otro bando encontramos a los supervivientes, un grupo de jugadores que, aunque puede estar en superioridad numérica, también cuentan con escasas opciones de hacer frente a los asesinos. Es por ello por lo que desde el primer momento tendremos que ocultarnos, encontrar nuevos objetos, y coordinarnos con nuestros amigos mediante el chat de voz para conseguir escapar.
Una sangría brutal
Este divertido y sangriento juego del gato y el ratón que plantea The Texas Chainsaw Massacre está cargado de tensión y, aunque obviamente jugar en el papel de los asesinos es mucho más satisfactorio que con los supervivientes, las múltiples opciones con las que estos cuentan hacen que la jugabilidad siga siendo divertida. Debido a esto, no debemos desesperarnos en caso de morir ante la brutalidad de Leatherface y compañía, ya que el videojuego busca que nos sintamos desvalidos e inferiores ante unos adversarios casi sobrenaturales.
Por lo demás, The Texas Chainsaw Massacre es una aproximación fiel y divertida a la mítica franquicia cinematográfica. Su planteamiento multijugador asimétrico ofrece una forma de jugar original y con buenas ideas que nos permite divertirnos con nuestros amigos.
Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de PC facilitada por Terminals.io