WRC Generations

Los juegos de rallys son todo un submundo dentro del género de la velocidad y rara es la consola que no ha tenido en gran medida varias propuestas que a lo largo del tiempo han experimentado una evolución dramática. Tanto es así que desde finales de los años 80, han sido muchos los títulos que nos han invitado a acelerar, frenar y maniobrar por caminos pedregosos y deslizantes. Un auténtico placer que se ha manifestado por medio de simuladores sumamente realistas, precisos y por qué no, frustrantes, como también en forma de espectaculares títulos off-road donde los derrapes, la agresividad  y los reflejos dictan quién gana la carrera. Hay para todos los gustos.

A día de hoy ,WRC es la franquicia líder en simuladores de todoterrenos, puesto que refleja de manera sencilla la escena del deporte y sus numerosos componentes en pos de ofrecer una sensación de liderazgo constante. Ahora, para llevar a cabo una suerte de relevo generacional, la gente de Kylotonn y KT Racing han pisado a fondo el acelerador con esta nueva iteración de la saga, WRC Generations, que aun cuando se siente sumamente continuista, sobre todo si la comparamos con la pasada entrega, es un más que sonoro homenaje a 50 años llenos de competiciones.

Historia del Rally

El Campeonato del Mundo de Rallies es un deporte de enormes proporciones, un campeonato de alto octanaje y de alto riesgo que forma parte de nuestra historia y que reúne a los mejores pilotos y vehículos del mundo con el fin de enfrentarlos a los tramos más desafiantes de la tierra. En cada prueba, los pilotos corren por carreteras abiertas y cerradas al tráfico, por todo el país y en múltiples etapas que son cronometradas con el objetivo de completarse en el menor tiempo posible.

WRC Generations

De la misma manera, y a diferencia de los demás deportes de motor, no hay lugar para el error. Si bien la gran mayoría de campeonatos se llevan a cabo en circuitos cerrados, el WRC se desarrolla sobre estrechas y peligrosas carreteras, estén como estén en ese momento, que suelen tener paredes de roca a un lado y precipicios al otro, a menudo a cientos de metros. En pocas palabras, un paso en falso y se puede tener una larga caída.

Evidentemente este elevado nivel de simulación tiene un precio en WRC Generations. Y este no es otro que la obligación de tener que ser unos jugadores muy habilidosos o, lo más habitual, tener que practicar bastante para conseguir hacernos con el manejo.

Planificación, organización y gestión

En WRC Generations, conducir no debe ser muy diferente a hacerlo con un coche de rally real, solo que sin peligro de hacerse daño. De hecho nada más hacernos a los mandos de esta propuesta que puede ser inclemente con los novatos y perfeccionar nuestras capacidades a base de ensayo y error, somos testigos de cómo lanza un mensaje de realismo a través de un modo carrera que pone a prueba nuestro ingenio, dando las herramientas necesarias para construir una carrera de rallys desde cero.

Bien es cierto que cada nueva entrega ha traído consigo un buen puñado de nuevas características en la modalidad antes nombrada, pero en el caso que nos ocupa, estas se aplican sobre todo más allá de la pista. Esta flexibilidad se convierte en una de las grandes virtudes de todas las que presenta el juego, que son muchas, como también lo es la indescriptible sensación que nos concede el simulador después de cada sesión de conducción, especialmente si jugamos con un volante.

WRC Generations

Porque para convertirnos en el campeón del mundo en WRC Generations, también es necesario gestionar las distintas competiciones por medio de un calendario de carreras que nos permite escoger entre un puñado de actividades, la forma en la que nuestro piloto trabaja con su equipo gracias a un extenso árbol de habilidades, y la manera en que podemos garantizar nuestra evolución a largo plazo en el Departamento de I+D, un lugar donde no solo tiene importancia el rendimiento y fiabilidad del coche, sino también la moral de los miembros de nuestro equipo.

En resumen, es una modalidad que adopta el punto de vista del equipo y no tanto el del piloto.

La pasión por este deporte

Toda etapa llega a su fin. Es una realidad inherente al hecho de existir. Cuando llega el momento de dar por concluida esa fase se abre ante nosotros un vacío que es tanto más grande cuanto mayor es el salto que hemos de dar hasta el siguiente ciclo. Una despedida supone, en primer lugar, homenajear a quien ha formado parte de todo. Implica asignar una importancia sempiterna a quienes nos guiaron y nos ayudaron. Una buena despedida constituye una suerte de altar.

WRC Generations

Porque WRC Generations es sobre todo despedida, dado que no hay carrera que no veamos sin que reverbere una sensación de relevo generacional. Y aunque es cierto que no se disfruta tanto de esta propuesta si no se conoce su historia, la grandeza de sus legendarios coches y pilotos, es un más que agradable paseo en forma de claves sencillas mientras disfrutamos de sus coches adaptados para la competición, de sus derrapes, de sus espectaculares saltos, de su conducción en los límites de bosques y precipicios buscando arrancarle ese segundo al cronómetro. Al final, eso es lo que diferencia el éxito del fracaso a medida que levantamos nubes de nieve, polvo o arena.

Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PlayStation 4 facilitada por NACON España.

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