El nexo entre la mente y el cuerpo es innegable pero, en ocasiones, nosotros mismos nos encargamos de separar estos dos elementos. Esta dicotomía suele ser tan radical que, a veces, casi podemos sentir a nuestra mente flotando sobre nuestro cuerpo, completamente ausente.
Pero, ¿cuál es la conexión con la mente? Es la parte intangible de nuestra vida que nos conecta con algo más grande. Es la energía que está en cada célula de nuestro cuerpo. Es la parte que nos conecta a todos.
Batora: Lost Haven combina todos estos elementos en la expansión de la consciencia con el fin de ofrecernos una suerte de aventura que combina mecánicas hack and slash con elementos RPG. Una aventura protagonizada por Avril, la típica chica de 16 años que sin quererlo, termina convirtiéndose en una heroína, ya que tras un acontecimiento devastador, su mundo acaba totalmente diezmado, perdiendo todo aquello que le importaba. Ahora depende de Avril y sus extraordinarios poderes salvar el planeta y devolverlo a sus antiguos días de gloria.
La tragedia como motor narrativo de los videojuegos
Así es como comienza un viaje cósmico en el que no todo será blanco y negro, pues vamos a tener que lidiar con toda clase de sentimientos nuevos, raros, dolorosos y a ratos demasiado intensos para saber cómo controrarlos mediante la toma de decisiones. Y aunque el resto del tiempo tratamos de ser lo más coherentes posible, sostener nuestros principios, creencias y convicciones; actuar conforme a éstos, al final comenzamos a extrapolar: si algo no está bien es porque está mal, si no es negro es blanco. Por definición, nos cuesta aceptar los puntos intermedios en los que nos encontramos casi todo el tiempo.
Somos una eterna contradicción y si fuéramos un color, seríamos un mundo de infinitas tonalidades grises.
Y la obra desarrollada por la gente de Stormind Games pone de manifiesto un escenario en el que las acciones y reacciones de los personajes, al tener repercusiones en la historia narrada, procuran una experiencia estética “real” para el jugador al permitirle sentir que esa historia contada por el juego, le es propia, es única y excepcional, diferente a la de otros jugadores: es la historia de “como yo juego a ese juego”.
Diablo y su posicionamiento en la postmodernidad
Diablo es una saga con más de 20 años a sus espaldas y que con tan sólo tres entregas en su haber, algo muy extraño en la industria que nos ocupa, sigue siendo uno de los mayores exponentes en la historia de los videojuegos, a caballo entre el arcade y el action RPG.
Prácticamente de la nada, Blizzard forjó su leyenda como uno de los estudios de desarrollo más importantes, convirtiéndose a posteriori en ese espejo en el que se miraron decenas de desarrolladoras de videojuegos de todo el mundo. Porque la serie Diablo es algo más que una refinada fórmula jugable compuesta de unos oscuros y tenebrosos gráficos, dado que su historia, la contundencia de su acción, la variedad de héroes y la profundidad jugable gracias a sus árboles de habilidades, marcaron época de una manera sumamente significativa.
Y sí, Batora: Lost Haven recuerda a clásicos como la franquicia antes nombrada, pero también se las ingenia para ofrecer una experiencia multidimensional en la que tenemos que ser rápidos alternando entre nuestros poderes físicos y mentales. Dicho de otra manera, el juego en cuestión nos obliga a cambiar entre dos modos de ataque: uno físico, ideal para enfrentarnos a un tipo de enemigo de color naranja; y otro de largo alcance, pensado para inflingir daño a los adversarios morados. Y aun cuando usar un mismo tipo de ataque sigue causando algo de daño, sea cual sea la amenaza, dista de ser algo efectivo.
Por lo demás, Batora: Lost Haven también trae consigo un puñado de secciones que van más allá de la violencia y en las que es necesario el uso de la materia gris, haciendo hincapié en la necesidad de aunar mente y cuerpo. No son especialmente complicadas, al menos durante etos primeros compases, pero sí que aportan la variedad suficiente para que este viaje a través de coloridos y fascinantes planetas, sea lo más completo e inmersivo posible.
Estas impresiones han sido realizadas gracias a una copia digital de PC facilitada por Team17 en PressEngine.