Kriegsfront Tactics - Prologue

Enumerar las ocasiones en las que el más nimio detalle puede determinar el desenlace de un acontecimiento se nos antoja imposible. Desde una decisión​ cotidiana y personal hasta una que puede cambiar el rumbo de un país –o incluso de un continente–, las posibilidades son infinitas. Y entre tanta responsabilidad, resulta obvio que se den conflictos que escapan a nuestro poder, ya que, en contra de lo que nos empeñemos en creer, los únicos​ movimientos de los que somos plenamente responsables son los nuestros propios.

En las relaciones personales puede ser relativamente fácil​ ponerse en el lugar de la otra persona, pero en relaciones de mucha más envergadura, la cosa se complica. Entre tanto egoísmo y búsqueda por el beneficio propio y los que se consideran tus semejantes, las guerras están a la orden del día y pueden evolucionar de maneras inimaginables, dejando a su paso una devastación sin igual. 

Poniendo el foco en este tipo de conflictos a gran escala Kriegsfront Tactics – Prologue nos sitúa en una zona del sudeste asiático para mostrarnos una visión alternativa al desenlace de su guerra civil. Así, Toge Productions nos pone en la piel, o mejor dicho, en la “alineación”, de unos militares que intentan deshacer algunos de las consecuencias que ha dejado la guerra a bordo de unos poderosos mechas.

Las reglas de un mundo de metal

Kriegsfront Tactics – Prologue empieza con una poderosa aunque rápida escena que nos pone en situación. Una introducción necesaria para entender las acciones del grupo que después controlaremos y su motivación para poner en riesgo sus vidas en una serie de combates en los que nadie está dispuesto a dar su brazo a torcer. Por suerte, podríamos decir que las batallas descarnadas dejan paso a las deschatarradas, puesto que las armas principales son unos mechas de combate.

Estos instrumentos, pese a su gran tamaño, son rápidos y ágiles, y además, para aumentar su eficiencia, a su vez, cuentan con distintos tipos de ofensiva –cuerpo a cuerpo, a distancia, ataques individuales o de rango–. Esto da lugar a una diversidad de diseños pero que comparten las partes de la composición del metálico esqueleto​​. De este modo, cada gigante de hierro cuenta con armaduras en piernas, brazos y cuerpo que tienen funciones relativas al movimiento, ataque armado y protección del piloto, respectivamente. 

En el fragor de la contienda, controlamos a todos los mechas que conforman nuestra unidad, pudiendo planificar nuestra estrategia en unos turnos estáticos en los que podemos emplear el tiempo que queramos​. Esta planificación pasa por invertir sabiamente los puntos de acción que tiene cada personaje (hasta 7 en total), unos puntos que descienden cuando nos movemos o ejecutamos cualquier opción ofensiva, y que se recargan parcialmente tras nuestro turno. En cuanto al rival, se pueden observar las variables como el porcentaje de evasión o la cantidad de daño infligido.  

Sin embargo, todo este plan no llegará a buen puerto si el transcurso del enfrentamiento consigue vencernos psicológicamente. Esto es, Kriegsfront Tactics – Prologue incluye una variable que no es ni más ni menos que la cordura del personaje, y cuya llegada a cero nos empujará a una mayor vulnerabilidad, a un empeoramiento del juicio de cada personaje y, por consiguiente, a unas peores decisiones en combate.

Pruebas a base de hierro fundido

El pretexto de la resistencia en Kriegsfront Tactics – Prologue incluye cumplir una serie de misiones en la lucha con varios objetivos en su haber. Sin embargo, estos requisitos se limitan a acabar con la totalidad de enemigos y a procurar la supervivencia de dos de nuestros personajes –de cuya seguridad dependerá el correcto avance del argumento, ya que las unidades dañadas o abatidas no se regeneran tras el combate–. Por esto mismo, encontramos una experiencia exigente a los mandos del presente título.

Si bien, Kriegsfront Tactics – Prologue cuenta con un tutorial que nos muestra tanto las mecánicas de los mechas y sus posibilidades, como los “encantos” de la guerra y sus mortales consecuencias. Una buena ayuda tras la cual se abre ante nosotros un mapamundi en el que seremos libres de decidir en qué dirección ir y qué hacer, al mismo tiempo que va pasando el tiempo con un ciclo de día y noche.​​

Algunos de los puntos de interés comprenden poblados plagados de chatarra adversaria, almacenes abandonados o garajes militares. Esta última parada resulta altamente estratégica debido a la posibilidad de darle una vuelta a la planificación de nuestra estrategia. Esto es, a medida que acabemos con rivales y también mientras investigamos el mapamundi, seremos dotados de nuevas piezas de mechas. Si bien estas no siempre mejoran estadísticas, teniendo en cuenta la crueldad de cada contienda, a veces será útil cambiar una parte dañada por otra a estrenar.

Aun así, estos espacios se convierten en una fuente de creatividad, puesto que también se puede personalizar cada mecha en cuanto a colores, patrones y demás elementos estéticos. Una variable artística que se refleja en la vista isométrica de los escenarios (tanto mapamundi como combate), y que destaca más en la ejecución de los ataques, ya que la cámara cambia a una posición más cercana del personaje en cuestión, ya sea aliado o enemigo, otorgando una cualidad cinematográfica al movimiento. Todo ello con una atractiva y nostálgica apariencia que recuerda a la generación de 128 bits.

Pero si hay algo que sorprende en este Kriegsfront Tactics – Prologue, junto a la vulnerabilidad psicológica en combate, es su modo foto, un elemento que, lejos de ser imprescindible, permite obtener estampas muy detalladas y personalizadas sobre la repercusión de la guerra.

Órdenes calculadas al milímetro

En un afán por mostrar las irreversibles consecuencias de una guerra, tanto para un bando como para otro, Kriegsfront Tactics – Prologue se enmarca en los clásicos del género militar, con unos diálogos en forma de aparatos de transmisión y un doblaje al inglés que consigue que nos creamos parte de la acción en todo momento. 

Sin embargo, aun con unos ágiles mechas y una interfaz bastante intuitiva, Kriegsfront Tactics – Prologue se antoja una aventura para personas con cierta experiencia en eso de la táctica. Con unos enfrentamientos lentos, sin omisión posible de animaciones, y duros, no siempre es sencillo utilizar una fuerza cuyo poder está por encima de las posibilidades que poseería cualquier humano sin coraza.

Pero eso no quita la diversión de probar nuevos abordajes armados ni los retos que se van presentando progresivamente, de tal manera que se logra una gran satisfacción cada vez que se consigue una victoria.

Estas impresiones han sido realizadas gracias a una copia digital de PC facilitada por Toge Productions.

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