El Reino Unido atravesó a partir de la década de los 80 los peores años de su historia económica reciente. La producción industrial ha bajado casi en un 10%, el paro creció en un más del 100%, la libra esterlina se ha depreciado con respecto a otras monedas y los impuestos sobre rendimiento personal han disminuido.
Asimismo, la falta de estabilidad política, de líderes visionarios y de medidas acertadas para resolver las crisis de aquellos años cobraron una seria factura al laborismo británico, dejando al partido fuera de la presidencia durante casi 20 años, tras el gobierno de James Callaghan. Con la llegada de Margaret Thatcher al 10 de Downing Street, el país se enfrentó a las fuertes medidas deflacionarias que implementó e incluyeron recortes de gastos públicos, ejecución de políticas monetaristas, reducción en términos absolutos de la inflación, transición de una economía manufacturera a una economía de servicios y cuyas consecuencias más inmediatas causaron que los beneficios de las empresas disminuyesen hasta límites insospechados.
En un entorno de grave deterioro, tanto social como económico, es donde nos sitúa Landlord’s Super, una suerte de simulador en primera persona ambientado en las turbias tierras medias de la isla británica durante los convulsos años 80.
Landlord’s Super: reformando el país
Levantar muros, arreglar ventanas, pintar, lijar… Es el día a día en una reforma doméstica que quizá hayas sufrido en tus propias carnes o disfrutado en un programa de televisión. Si dentro de ti hay un alma decoradora o reformadora, pero no quieres sufrir con el polvo o las manchas de pintura, lo mejor es practicar con un videojuego que te ahorre las molestias.
Y obras como Landlord’s Super son un buen candidato, dado que nos convertimos en los caseros de hogares en estado ruinoso, transformándolos hasta que estén aptos para el mercado. El proceso de reforma incluye todo lo que una persona pueda imaginar. Así, una vez adquirida la propiedad, podremos agarrar un mazo de demolición y empezar a derribar muros. También nos tocará fregar ventanas y suelos. Conforme el proceso avance, habrá que amueblar y pintar las habitaciones, así como hacer trabajos mucho menos físicos para darles un poco de vida… Y todo, al alcance de solo unos pocos clics.
Eso sí, tendremos que planificar y ejecutar todas estas acciones en función de la hora del día, el tiempo, las estaciones, los acontecimientos mundiales y nuestro propio bienestar. Después de todo, el mundo de Landlord’s Super es sumamente cambiante, yendo mucho más allá de ser un mero juego de construir casas que propone satisfacer todas las necesidades en busca de un nuevo y mejor hogar. Tanto es así que consigue recrear, de manera más o menos acertada, aspectos de la vida cotidiana, incluida su fase más primaria.
Por ejemplo, algunos días es mejor estar en el bar empinando el codo que no trabajando bajo la lluvia. Y la propuesta desarrollada por la gente de Minskworks nos permite este tipo de libertades que reflejan la vida cotidiana.
Estas impresiones han sido realizadas gracias a una clave digital de PC facilitada por PressEngine.