Lanzado allá por el año 2006, Dark Messiah of Might & Magic se convirtió rápidamente en uno de los títulos más importantes de PC gracias al magnífico trabajo llevado a cabo por el equipo Arkane Studios, también creadores de la saga Dishonored, que aunaron a la perfección los elementos del género rol con la acción más intensa, todo aderezado por una ambientación de fantasía digna de mención.
Ahora, la gente de Fairyship Games, un equipo compuesto por unas 15 personas, nos presenta Testament: The Order of High Human, un título de acción en primera persona con toques de rol en el que viviremos una fantástica aventura ambientada en un mundo de fantasía postapocalíptico. Con las espadas en lo alto y los goblins escondidos en sus cavernas, la obra que protagoniza estas líneas nos propone jugar como el rey inmortal de High Humans en un loco viaje por las tierras de una antigua civilización, enfrentándonos a los trastornados seguidores de un dictador loco, luchando contra los adoradores de un dios de la sangre y los peligros por venir.
Todo esto mientras tratamos de recuperar nuestro poder perdido y mucho más para enfrentarnos a nuestro hermano Arva.
Luz y Oscuridad: Un mundo de fantasía, en eterno conflicto
Testament: The Order of High Human es un juego de acción en primera persona que mezcla, con acierto, algunos elementos característicos del rol, como los puntos de experiencia y la mejora de habilidades, con la acción más trepidante, alternando momentos en los que el sigilo también es una opción a tener en cuenta.
En un género en el que la innovación brilla por su ausencia, el título de marras se aparta un poco de esa tendencia y ofrece aspectos muy interesantes que, en conjunto, no son fáciles de encontrar en otro juego. En él aparecen elementos de Thief, Arx Fatalis, Blade, Wheel of Time o Heretic II. Ello no quiere decir que, por ejemplo, en sigilo y ambientación sea tan bueno como Thief, pero al combinar elementos de juegos conocidos con otros que se pueden considerar propios, se convierte en un videojuego más que interesante y entretenido.
Un gran número de posibilidades
Por lo demás, y al igual que ocurre en los juegos de rol, cuando alcancemos cierto nivel de experiencia, obtendremos puntos que podremos utilizar para mejorar nuestras habilidades. Estas habilidades son las que potencian el elemento RPG del título. ¿Optarás por desarrollar habilidades mágicas? ¿Guardarás tus puntos para mejorar tu capacidad de sigilo y poder acechar a tus enemigos sin ser escuchados? ¿O prefieres potenciar tu capacidad de combate?
Veremos las diferentes habilidades de que disponemos mediante un árbol ramificado. Cada rama tiene otras ramas a su vez, de forma que para llegar a las ramas inferiores hay que mejorar las superiores. Por tanto, podemos ser un experto en alguna disciplina, o bien mejorar un poco todo en general, aunque de esta última forma lógicamente no seremos buenos en nada. Entre las diferentes habilidades a mejorar tenemos el combate, el combate a distancia (con arco), el sigilo, la resistencia, nuestra capacidad mágica…
Más allá de esto debes tener en cuenta que cada encuentro puede plantear múltiples soluciones, como utilizar elementos del entorno contra nuestros enemigos, acecharlos para acabar con ellos de un golpe mortífero o simplemente esquivándolos sin enfrentarnos a ellos.
Ni por asomo es un sistema tan robusto como el utilizado en la obra maestra Deus Ex e incluso el antes mencionado Dark Messiah, que claramente ha sido fuente de inspiración de este Testament: The Order of High Human, pero evita que el juego resulte excesivamente lineal y predecible. Se respira una gran libertad en los enfrentamientos, que tal como comentaremos más adelante, son probablemente los más logrados hasta la fecha, bastante mejor que los de otras propuestas que abrazan características similares.
Quizá el juego no se ha aprovechado al máximo de sus posibilidades en todos los aspectos; muchos escenarios lucen de forma similar, dando la impresión de haberlos visitado constantemente y tampoco existe un elevado número de enemigos distintos. La historia tampoco es un prodigio de originalidad, pero está bien llevada, logra transmitir dramatismo y cuenta con giros interesantes,
Estas impresiones han sido realizadas gracias a una clave digital de PC facilitada por PressEngine.
