Uno de los tropos más recurrentes de la ciencia ficción es el de los mundos paralelos. Al fin y al cabo, muchos nos sentimos irresistiblemente atraídos a la narrativa de los mundos paralelos, los multiversos y las realidades alternativas. Nos fascina pensar que hay algo más allá: un portal, o tal vez una barrera invisible, que nos separa de un lugar de maravillas por encima de la racionalidad humana.
Este recurso apela a lo más imaginativo de cada cual y se ha representado con frecuencia en la historia del cine y de los videojuegos, siendo Life is Strange uno de los ejemplos más recientes. Un ejemplo que deconstruye dos rasgos: el horizonte de la muerte y la posibilidad de dar marcha atrás en los flujos del devenir. Un ejemplo que también se pone especialmente de manifiesto en Life is Strange: De vuelta a casa, de Emma Vieceli, Claudia Leonardi y Andrea Izzo, un cómic que acontece tras uno de los posibles finales de la aventura que nos ocupa.
Life is Strange y la función de la tragedia
Para que haya héroe, debe emerger la culpa desde cualquier obra de ficción que se precie. Ahora bien, para que haya tragedia, resulta clave que la persona implicada se encuentre con lo que puede considerarse como un tropo, una figura discursiva que impone un plan. Todo tropo revela que la libertad estaba dirigida, es decir, que el discurso, al tiempo que otorgaba el poder de la acción al héroe textual, enmarcaba las condiciones de posibilidad de sus destinos.
Pero que la libertad se revele dirigida no le resta culpabilidad al héroe (Max). Es más, el héroe se siente quizá más culpable sin poder cobijarse de la responsabilidad de sus actos. Pues las leyes planteadas no le han evitado el encuentro con lo inevitable. Aceptar las reglas y utilizar la habilidad para rebobinar el tiempo puede desembocar en una doble tragedia. En todo caso, la decisión que llevemos a cabo no es salvífica pues la tragedia, a diferencia de la comedia, es posible cuando se nos arrebata la posibilidad de elección.
Ahora bien, esta libertad dirigida se hace evidente en otros momentos del cómic como una relación entre poder e impotencia que crea una tensión que otorga interés al reglamento y al desarrollo de la historia, ofreciendo unos cimientos sólidos para los elementos ficcionales de la misma.
En definitiva, gracias al tropo, Life is Strange: De vuelta a casa potencia la dimensión trágica a través de sus viñetas, comandada por la voluntad autoral, por la figura textual del arquitecto que, como en toda tragedia, da voz a lo que sufre en nosotros. A lo que sufre Max mientras trata de volver a casa.
En defensa del egoísmo
Todos hemos experimentado la tristeza alguna vez en nuestras vidas, no existe nadie en este mundo que no haya llorado en algún momento. Y es que se vale poder estar triste en ocasiones; poder estar rotos de vez en cuando, reservándonos siempre para nosotros mismos el derecho a llorar. No hace falta que seamos siempre las personas alegres que todos desean, tampoco esos que siempre sonríen o tienen la capacidad de hablar con los demás demostrando alegría.
Es más que válido el poder dejar que nuestro corazón llore, hasta quedar completamente secos. Eso es ser humanos. Es vivir y ser reales. Terminar por reprimirse emocionalmente, secuestrando por completo nuestras vivencias, no es la solución.
En este sentido, Life is Strange: De vuelta a casa, nos enseña a lo largo de sus viñetas que el derecho a llorar y liberar lo que llevamos dentro es totalmente válido. Después de todo, simplemente se trata de una manera de expresar nuestros sentimientos más profundos; aunque pudiéramos pensar que la tristeza es negativa e insana. La tristeza, el enfado y la frustración nos ayudan a caminar, a poder enfrentarnos a aquello que más nos duele, y así poder hacer una búsqueda interna de nuestro sentido hacia la realidad.
Sin necesidad de desvelar demasiado, esa es la máxima del volumen que nos ocupa y no tanto los problemas de las realidades paralelas. Esa es la lección que aprende Max Caulfield y que tanto tiempo lleva buscando mientras trata de volver a su línea temporal con la mujer a la que ama.
Esta reseña ha sido realizada gracias a un ejemplar físico facilitado por Héroes de Papel.