De pulcros antecedentes literarios, el folk horror está basado en lo inasible, como una traducción moderna del primitivo relato de horror nacido de la tradición oral.
No obstante, lo más intrigante de esa versión del terror — que tiene sutiles pero evidentes diferencias con tradicional — es la concepción de la naturaleza humana como falible y corrompida y a lo sobrenatural, desde la perspectiva una presencia peligrosa y sin identidad comprensible, que incluso pueden tener origen cósmico. La ambigüedad del horror Folk — que transita desde el miedo en estado puro a una reflexión durísima sobre el hombre como criatura impenitente — dota al género de un sustrato mucho más del complejo que otros semejantes y sobre todo, de un peso existencialista de complejas connotaciones intelectuales.
Y juegos como The Excavation of Hob’s Barrow definen como pocos lo que entendemos hoy como folk horror, una introducción al terror rural, con ideas que hacen tambalear los cimientos de un pueblo que no sabe cómo renovarse. Una introducción en forma de aventura gráfica tradicional que también implementa otros elementos conocidos como los entornos naturales, recónditos y pocos explorados, sumados a un terror asociado a lo antiguo e inexplicable en un mundo controlado por el orden y las jerarquías que nos sirven de brújula.
Ahora, la gente de Wadjet Eye Games ha confirmado a través de un comunicado de prensa que la aventura que nos ocupa también llegará a la consola híbrida de Nintendo Switch. Concretamente, el próximo día 25 de febrero.
The Excavation of Hob’s Barrow, religiosidad popular y supersticiones
La cuestión de las supersticiones es algo que se remonta muy atrás en el tiempo. Tanto es así que muchos pueblos han tenido (y tienen) en sus creencias varios principios que dan lugar a una gran amplitud de explicaciones mágicas para la generación de fenómenos sobrenaturales, desde la mala suerte hasta las maldiciones o el enfado de una bruja. En otras palabras, fenómenos increíbles que no son capaces de explicar con seguridad.
A través de un precioso pixel art compuesto de tonos decadentes, una puesta en escena al servicio del relato, varios acertijos como motor de la historia y un trabajo de voces simplemente espectacular (íntegramente en la lengua de Shakespeare), The Excavation of Hob’s Barrow se ampara en esta creencia para poner de manifiesto una experiencia repleta de grises. Una experiencia que nos lleva a un pueblo remoto de Europa, habitado por unas personas que no parecen tomarse muy bien nuestra presencia y en la que no nos cuentan toda la verdad. Son los detalles los que marcan la diferencia.
